JBS anunció este lunes (31) que concretó la venta de negocios de carne bovina en Argentina, Uruguay y Paraguay a Minerva por $300 millones. La compañía anunció la transacción en junio.
Esta es la primera venta de activos de la empresa desde los escándalos de la Operación Carne Fraca y la premiada denuncia de los dueños de JBS que pusieron a la empresa en el centro de la actualidad política.
Según la empresa de alimentos, el producto de la transacción debería usarse para “reducir la deuda de la empresa”. La transacción fue aprobada por unanimidad por el directorio de la compañía.
El monto de $300 millones está sujeto a un ajuste “igual a la diferencia entre el capital de trabajo neto y la deuda a largo plazo de las empresas a la fecha de cierre”, según JBS.
La operación contempla la adquisición de 9 unidades de beneficio, 1 unidad de procesamiento y 1 centro de distribución.
En un comunicado difundido en junio, JBS dijo que la “operación de carne vacuna – sacrificio, deshuesado, industrialización, procesamiento y comercialización en los tres países” era parte del acuerdo y que la venta implicaba también la transferencia de las marcas comerciales de JBS en Argentina, que incluye Swift. Las operaciones de cuero en Argentina y Uruguay no están incluidas en la transacción.
Las proyecciones de Minerva
En junio, Minerva anunció que la adquisición incluye la compra de las filiales JBS Paraguay, IPF, JBS Argentina y Frigorífico Canelones y que la transacción fue aprobada la víspera por el Directorio a través de las filiales Pul Argentina SA, Frigomerc SA y Pulsa SA
Según el matadero, una vez finalizada la operación, el grupo tendrá una capacidad total de sacrificio de 26.380 cabezas por día, frente a las 17.330 del 31 de marzo de 2017.
La adquisición es parte de la estrategia del Grupo Minerva para complementar sus operaciones y representa un paso más en su diversificación geográfica en Sudamérica, informó el grupo en un comunicado.
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