Macri está acusado de supervisar una operación que espió a las familias de 44 marineros muertos en el hundimiento de un submarino naval.
El expresidente argentino Mauricio Macri ha sido acusado de ordenar la vigilancia de los familiares de 44 marinos que murieron en el hundimiento de un submarino naval en 2017.
Los cargos conllevan una pena de prisión de tres a 10 años y se producen después de que Macri fuera citado y testificado en un tribunal federal en octubre.
La acusación, emitida el miércoles por el juez Martin Bava, acusa al expresidente y actual líder de la oposición de derecha de “el delito de realización de operaciones de inteligencia prohibidas”.
También se le encomendó “crear las condiciones para la recopilación, el almacenamiento y el uso de datos personales”, dijo el fallo de 174 páginas.
Macri había presentado previamente una declaración escrita ante el tribunal, que decía: “No he espiado a nadie, nunca he ordenado (a nadie) en mi gobierno que espíe a nadie”.
El miércoles desestimó los cargos como “persecución política”.
Las familias de los marineros que murieron en el ARA San Juan han afirmado durante mucho tiempo que los estaban siguiendo, escuchando y filmando en una supuesta campaña para anular cualquier reclamo legal relacionado con el hundimiento del submarino.
El submarino ARA San Juan desapareció en noviembre de 2017.
Fue encontrado poco más de un año después a una profundidad de más de 900 metros (2.950 pies) en un área remota del Atlántico Sur a unos 400 kilómetros (248 millas) de la costa de Argentina.
El barco había sido destruido por una implosión causada aparentemente por un error técnico. Las autoridades decidieron no intentar reflotarlo.
“La importancia de la información recopilada, la intencionalidad detrás de ella y la sistemática de los documentos analizados en este caso nos permiten afirmar que esta información ilegal fue recopilada para una persona: Mauricio Macri”, escribió el juez Bava en la acusación.
El juez concedió a Macri una fianza de 100 millones de pesos ($990.000). El expresidente, que ocupó el cargo de 2015 a 2019 cuando fue derrotado por el candidato opositor de centroizquierda Alberto Fernández, no podrá salir del país.
Macri había solicitado previamente que se desestimara el caso porque el tribunal no tenía la autoridad para anular las disposiciones de confidencialidad de la inteligencia estatal para permitirle testificar. Esta solicitud fue rechazada.
Ha afirmado que los procedimientos son parte de una maniobra política más amplia destinada a desacreditar parcialmente a su coalición Juntos por el Cambio antes de las elecciones generales del 14 de noviembre. En las elecciones, la coalición logró grandes avances, mientras que el partido Coalición para Todos de Fernández perdió su mayoría en el Congreso por primera vez en casi 40 años.
Un juez del caso había ordenado previamente cargos contra los jefes de los servicios secretos Gustavo Arribas y Silvia Majdalani. Ambos habían contactado a Macri en el momento de la supuesta mala conducta.
Hasta el momento, doce personas han sido acusadas en relación con el caso.
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