El farro de cocción rápida, con su sabor a nuez y su textura cremosa y masticable, es uno de los favoritos de los cáscara de grano, la estrella de innumerables ensaladas y la base de muchos tradicionales sopas italianas.
También es maravilloso mezclado con champiñones y queso y horneado hasta obtener un gratinado dorado.
Excepto hogareño pasteles de arroz, no hay muchas recetas para gratinar granos, posiblemente porque los granos ya llenan lo suficiente y no necesitan el peso adicional de agregar lácteos y huevos.
Pero en pleno invierno, cuando los platos de costillas son más atractivos, un gratinado de champiñones farro puede dar en el clavo. Y esto también funciona solo, servido como plato principal sin carne (quizás rematado con una ensalada verde crujiente) o como guarnición rica con pollo o pescado.
La forma más eficiente de preparar esta receta es seguir los pasos al mismo tiempo. Mientras el farro hierve a fuego lento en una cacerola, puedes saltear los champiñones en una sartén. Solo asegúrate de que se doren profundamente para que se condensen y se caramelicen.
Después de eso, las chalotas solo necesitan un salteado rápido en la misma sartén, lo suficiente para que estén tiernas y dulces.
Agregué mascarpone para darle a este gratinado un núcleo particularmente cremoso, pero también puedo sustituirlo por crème fraîche. El mascarpone es más lujoso y denso, pero el distintivo picante de la crème fraîche puede contrastar muy bien con la terrenalidad del farro y los champiñones.
Una cosa a tener en cuenta es que Farro puede variar mucho entre marcas. La mayor parte de lo que encontrará en los Estados Unidos es perlado o semiperlado, lo que significa que se ha eliminado parte o todo el salvado para permitir que se cocine más rápido. También puedes usar farro integral. Tarda más en ablandarse (alrededor de una hora), pero es mucho más nutritivo y, en el buen sentido, masticable también. Las bayas de trigo y la cebada también son buenos sustitutos. Y si buscas algo sin gluten, prueba el arroz salvaje o el arroz integral. Gratinados como este son fáciles de personalizar.
Con eso en mente, también puedes cambiar las verduras. Las sobras de coliflor asada, calabaza de invierno o coles de Bruselas van bien, al igual que la col rizada salteada con ajo, y hacen que esta cena reconfortante sea aún más fácil de preparar, pero no menos satisfactoria para comer.
Receta: Farro y Champiñones Gratinados
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