El presidente argentino dijo que el vehículo fue “utilizado como agencia de propaganda para los eclesiásticos”.
El presidente argentino, Javier Milei, anunció el cierre el viernes (1 de marzo de 2024). Télam, la agencia pública de noticias del país. Durante su discurso en la inauguración de las sesiones ordinarias del Congreso, declaró que la empresa es de propiedad estatal “fue utilizada como agencia de propaganda kirchnerista en las últimas décadas”.
La agencia, que existe desde 1945, emplea a más de 700 personas y es la única del país que tiene corresponsales en todas las provincias argentinas.
La secretaria general de Fatpren (Asociación Argentina de Trabajadores de la Prensa), Carla Gaudensi, se pronunció en contra de la decisión de Milei.
“Télam no cierra. Defenderemos no sólo a los empleados del organismo, sino a todo el pueblo argentino, así como a todas las empresas estatales, los bienes públicos y la soberanía de nuestro país”.él dijo.
El gobierno argentino ya había emitido un decreto el 5 de febrero que preveía intervenciones en empresas estatales de comunicaciones. Télam. Milei explicó que así es con las empresas públicas “en una emergencia pública en materia económica, financiera, tributaria, administrativa, seguridad social, negociación colectiva, salud y asuntos sociales” desde el 20 de diciembre de 2023, 10 días después de su toma de posesión como jefe de Estado.
La intervención tiene una vigencia de 1 año y puede prorrogarse por el mismo período. La medida cumple promesas de campaña hechas por Milei, quien fue electa con el programa que convocó “Motosierra” a recortar el gasto público y llamó a los medios públicos “mecanismos de propaganda”.
También el viernes (1 de marzo), Javier Milei invitó a los líderes de las 23 provincias de Argentina y a la capital, Buenos Aires, a discutir un nuevo pacto fiscal y fundacional para el país. Los encuentros están previstos para el 25 de mayo en Córdoba.
Según el presidente, están sujetos a la aprobación de su paquete económico “ley de autobuses”, que volvió a la fase de edición inicial luego de que la administración desaprobara los cambios propuestos por los congresistas.
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