SANTIAGO (Reuters) – El espectacular rescate de 33 mineros atrapados bajo tierra durante dos meses en el remoto desierto de Atacama de Chile fue noticia en todo el mundo hace una década.
Uno de los supervivientes, en una entrevista con Reuters el lunes, recordó el drama de los momentos finales antes de su fuga, cuando los rescatistas lo condujeron a través de una estrecha grieta en una cápsula especialmente diseñada.
Mario Sepúlveda, líder del grupo y segundo hombre rescatado, recordó su miedo cuando la cápsula lo sacó de la oscuridad, sin saber si el plan funcionaría.
“Al salir fue terrible, terrible”, dijo Sepúlveda. “Grité. Sólo quería salir y ver la luz”.
Él y otros mineros quedaron atrapados en el colapso de una mina el 5 de agosto de 2010, en la mina San José, un pequeño depósito en medio de colinas polvorientas del desierto cerca de la ciudad de Copiapó, a unos 800 kilómetros (500 millas) al norte de Santiago.
Nadie sabía si los mineros estaban vivos o muertos en las profundidades de la superficie hasta que pudieron transmitir un mensaje a la superficie en una sonda enviada por las autoridades el 22 de agosto. “Estamos bien en el refugio, los 33 de nosotros”, decía la nota, escrita en tinta roja.
El rescate final, transmitido en vivo a todo el mundo, tuvo lugar el 13 de octubre de ese año, y todos los hombres lograron salir con vida.
Los mineros se han convertido ahora en estrellas. Su historia fue motivo de una película en la que el español Antonio Banderas interpretó el papel principal de Mario Sepúlveda.
El martes, el presidente chileno Sebastián Piñera, cuyo primer gobierno supervisó las tareas de rescate, encabezó una ceremonia conmemorativa en el palacio presidencial de La Moneda.
“Debemos recordar y sacar lecciones del milagro de la Mina San José para enfrentar los grandes nuevos desafíos del coronavirus que se avecinan con la misma fuerza de voluntad, fe, unidad y fortaleza”, dijo Piñera en un discurso televisado.
Información de Natalia Ramos y Reuters TV, escrita por Dave Sherwood; Edición de Cynthia Osterman.
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