La idea sigue siendo bastante vaga. Aún no sabemos la ubicación ni el título exacto, pero nació el proyecto. La UEFA y la Conmebol, el organismo rector del fútbol europeo y sudamericano respectivamente, anunciaron este martes que Italia y Argentina enfrentarán otro choque entre los ganadores de la Eurocopa y la Copa América en junio de 2022. Un partido de gala que debería durar al menos los próximos tres años.
Este duelo en la cúspide se desarrollará “durante la ventana internacional de junio”, “en un lugar aún por confirmar”, precisan los dos organismos en un comunicado conjunto. Un shock que debería afectar a cinco parisinos: los argentinos Messi, Di Maria y Paredes, así como a los italianos Donnarumma y Verratti.
La UEFA y la Conmebol también han anunciado que “fortalecerán su cooperación” en lo que es actualmente “fútbol femenino, fútbol sala y categorías juveniles, intercambios de árbitros y entrenamiento técnico” abriendo una oficina conjunta en Londres.
Su objetivo es desarrollar el fútbol “más allá de sus fronteras geográficas como puente entre personas, países, continentes y culturas” y llegar a un entendimiento “sobre otros temas de interés común”, explican sin más precisiones.
Este anuncio está lejos de ser una coincidencia. El acercamiento entre las dos confederaciones más poderosas del fútbol mundial tiene lugar de hecho en medio de la guerra territorial con la FIFA. Esta última planea duplicar la frecuencia de su Copa del Mundo al organizarla cada dos años, mientras que las dos federaciones continentales defienden el status quo con un torneo cada cuatro años para mantener el prestigio de la competencia.
La UEFA y la Conmebol cuentan con el apoyo de muchas ligas nacionales, asociaciones de aficionados y el sindicato de jugadores FifPro. Frente a este frente, la FIFA se ha beneficiado del apoyo de exjugadores y entrenadores como Arsène Wenger y de una mayoría silenciosa de países pequeños que dependen en gran medida del maná de la Copa del Mundo entre las 211 asociaciones que consultará este jueves.
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