Fue un histórico partido número 128 de los Springbok para el lock Eben Etzebeth, quien superó a Victor Matfield como el jugador con más partidos internacionales de su condado.
En una exhibición única previa al partido, el nombre y el número internacional del jugador de 32 años fueron incendiados y, a medida que se consumían lentamente, Etzebeth rompió a llorar mientras sus compañeros cantaban el himno nacional.
“Quiero decirle a mi mejor amigo Eben que estoy muy agradecido de estar en este viaje contigo”, dijo Kolisi después del partido.
“Hemos estado juntos desde que teníamos 18 años y tú has sido un verdadero amigo y nos has guiado de muchas maneras en tu forma de jugar”.
“Estoy muy orgulloso de ti y feliz de ser tu amigo. No veo la hora de contarles a mis nietos que jugué con Eben Etzebeth. ¡Saludos amigo mío, te amo!
Lo positivo de la única derrota de Sudáfrica en el campeonato la semana pasada fue que les brindó la oportunidad de ganar su primer campeonato en cinco años en casa.
Había una atmósfera especial en el estadio Mbombela y el ganador de la Copa del Mundo no perdió tiempo en acallar el ruido cuando Fassi se estrelló cerca de los postes en un intento tempranero.
Rápidamente siguió un segundo cuando el ala Du Toit saltó sobre el scrum para llevar hábilmente la pelota al suelo después de un ligero malabarismo.
Había una sensación de inevitabilidad, pero los Pumas, que remontaron con éxito un déficit de 17 puntos el fin de semana pasado, se les recordó una vez más que no los descartaran por un comienzo lento cuando Santiago Grondona se separó y envió a Albornoz para el primer marcador.
Pero con Mateo Carreras en el pozo de la culpa por eliminar a Fassi en el aire, Sudáfrica aprovechó el espacio libre y Kolbe le lanzó el balón a Fassi, quien aprovechó su segundo intento.
El lateral rápidamente tomó represalias y, aunque Kolbe todavía tenía mucho trabajo por hacer, sus piernas danzantes y su potencia cerca de la línea de prueba fueron imparables.
La crueldad de los Boks regresó después de la falta de disciplina de los Pumas en el último cuarto, con la elección de los últimos tres intentos recayendo en Kriel, quien aprovechó una maravillosa patada de Pollard para castigar a Argentina por quedarse con 13 jugadores.
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