El presidente de Argentina, Alberto Fernández, presidió una ceremonia este domingo (27) en honor a las más de 92.000 víctimas del coronavirus en el país. El evento con actuaciones musicales se llevó a cabo en el centro cultural Kirchner en el centro de la capital argentina.
Fernández y otros políticos como el gobernador provincial de Buenos Aires, Axel Kicillof, y el jefe del gobierno local, Horacio Rodríguez Larreta, asistieron vestidos de luto. Hubo representantes de médicos, enfermeras, socorristas y comunidades nativas americanas y afroargentinas.
La vicepresidenta Cristina Kirchner no estuvo presente.
La ceremonia comenzó con niños encendiendo velas en el salón principal de la institución cultural. Fernández pronunció un breve discurso en el que calificó la pandemia de “un desastre”. Agradeció a los expertos, considerados imprescindibles, “que hicieron su trabajo mientras muchos tuvieron que quedarse en casa”. También afirmó que el virus aún no había sido derrotado y pidió un “esfuerzo colectivo” para superarlo.
Luego, al son del tango “Adiós Nonino” del compositor argentino Astor Piazzolla, los presentes depositaron flores junto a las velas en un pequeño altar dedicado a las víctimas.
Argentina enfrenta un momento difícil de la pandemia con una curva descendente al alza. La semana pasada, Fernández impuso aún más restricciones a los viajes internacionales para frenar la entrada de la variante Delta al país.
Desde diciembre solo han podido ingresar al país argentinos residentes o extranjeros. Hasta el 9 de julio, ahora existe una regla adicional que permite la entrada de solo 600 personas por día, lo que conlleva la cancelación de varios vuelos. También es nuevo que en los establecimientos de alojamiento para viajeros que dieron positivo por el coronavirus a la llegada, la cuarentena obligatoria de 14 días debe realizarse a la llegada.
Fernández ha sido criticado por la oposición por la falta de vacunas en el país. Hasta la fecha, el 34,5% de la población ha recibido la primera dosis del agente inmunizante y el 8,6% ha recibido ambas. El gobierno argentino tiene contratos para recibir tres vacunas: la rusa Sputnik V, la china Sinopharm y AstraZeneca, que se realizan en colaboración entre México y Argentina.
Sin embargo, los retrasos en la entrega de medicamentos, particularmente los del laboratorio ruso Gamaleya, están afectando la campaña de vacunación del país. Los más de 6 millones de argentinos que tomaron la primera dosis aún no saben cuándo tomarán la segunda. De estos, más de 300.000 ya han superado el plazo de 90 días para recibir el fármaco de inmunización.
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