“Esta es la foto del estado que tenemos hoy”, dice Javier Milei (también conocido como “La Peluca”, como veremos más adelante) con los brazos abiertos frente a un cuadro que muestra la estructura del gobierno argentino. Ante ustedes un organigrama con los 19 ministerios que integran el poder ejecutivo argentino. Poco a poco, el excéntrico candidato presidencial va eliminando los nombres de los departamentos que quiere excluir. ¿Turismo y deporte? “Afuera”. ¿Ministerio de Cultura? “Afuera”. ¿Medio ambiente? “Afuera”. ¿Salud? “Afuera”. ¿Entrenamiento? “Afuera”. Y así hasta que sólo queden los ocho ministerios: Capital Humano, Infraestructuras, Economía, Justicia, Seguridad, Defensa, Relaciones Exteriores y Administración Interior. “El trabajo de la política ha terminado. ¡Viva la libertad, joder!”, proclama a sus seguidores.
Esto es sólo un extracto de la visión libertaria del economista de 52 años, que, como muchos movimientos en todo el mundo, propone una solución radical para poner fin a los problemas económicos que arrastran al país desde hace décadas. Milei, admirador confeso del expresidente norteamericano Donald Trump, añade a sus promesas de crecimiento un gobierno mínimo y el compromiso de “limpiar” el país de “ladrones”.
El Peluca, como lo llaman por su peinado y su impresionante bigote que se ha convertido en su marca registrada, no sólo propone la abolición de numerosos ministerios, sino que también propone vincular la economía argentina al dólar para tratar de detener la inflación persistente que cada mes hace que los argentinos pierdan poder adquisitivo. En junio, la tasa de inflación anual de Argentina alcanzó casi el 150%.
Lo cierto es que la situación económica de Argentina es su mayor aliado político. La constante devaluación del peso argentino y las reservas cada vez más menguantes en medio de una deuda nacional que pronto alcanzará los 400 mil millones de dólares parecen estar dando a muchos argentinos la sensación de que el país necesita una reestructuración. Y eso es exactamente lo que promete el líder del movimiento Freedom Advances.
El político, que se describe a sí mismo como anarcocapitalista, quiere resolver los problemas del país con un tratamiento de shock. Para poner fin a la inflación, Milei quiere abolir el banco central, convertir el dólar en la moneda oficial del país y reducir drásticamente el gasto gubernamental en los ministerios.
“Somos la verdadera oposición. “Otra Argentina es posible, pero es imposible con las viejas cosas que siempre han fracasado”, dijo con entusiasmo el político populista ante una multitud que lo vitoreaba tras anunciar su victoria en la primera vuelta de las elecciones presidenciales. Javier Milei se convirtió en el candidato más votado en la primera vuelta con el 30,04% de los sufragios. El resultado sorprendió incluso a algunos de los analistas más atentos. Y ahora incluso ha llegado a ser presidente.
Aunque su relación con sus padres no es buena, Milei admite que encontró el apoyo y la estabilidad que necesitaba en su hermana. El economista admitió públicamente que Karina Milei fue la persona que mejor lo conoció y “la gran artífice” de su quehacer político. Milei dijo a varios medios de comunicación que si llega a ser presidenta desempeñará el papel de primera dama.
Este viaje político se produjo a una velocidad astronómica. A partir de 2018 apareció en algunos de los principales medios de comunicación tras la publicación de su “discurso libertario” – y su presencia no podía pasar desapercibida ya que causó polémica durante sus apariciones en televisión y radio.
En 2020 nació su movimiento político “A Liberdade Avança” con el anuncio de que se postularía para presidente de Argentina en las elecciones de ese año. Al año siguiente, obtuvo dos escaños en la Cámara de Diputados, cargo que ocupa junto a su candidata a la vicepresidencia, Victoria Villarruel.
Las propuestas más controvertidas incluyen medidas que permitan a las empresas reducir costos mediante el despido de empleados y la privatización de varias industrias. Sin embargo, en la polémica destacan dos medidas: Javier Milei quiere liberalizar la tenencia de armas y militarizar las prisiones. Sin embargo, queda por ver si El Peluca será elegido para implementar su programa de “revolución liberal”: “Invito a los argentinos a unirse a la revolución liberal que hará de Argentina una potencia mundial dentro de 35 años”. !”, gritó eufórico en la ceremonia de premiación en la primera ronda.
Un mes después, ganó las elecciones contra Sérgio Massa, actual ministro de Economía, con el 55,70% de los votos frente al 44,29%. Ante la multitud de celebración que lo saludó, Milei agradeció a “los buenos ciudadanos” por lograr realizar “un milagro” y elegir a un presidente libertario. “Hoy comienza el fin de la decadencia de Argentina, el fin del modelo empobrecido de Estado omnipresente que nos convirtió de la mayor potencia del mundo a la 130”, promete.
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