El nuevo líder de Argentina, Javier Milei, dio a conocer una serie de medidas el miércoles para desregular la economía en dificultades del país, eliminando o cambiando más de 300 reglas por decreto presidencial, incluidas las relativas a alquileres y prácticas laborales.
“El objetivo es emprender el camino de la reconstrucción del país… y comenzar a deshacer el gran número de regulaciones que han frenado e impedido el crecimiento económico”, dijo Milei en un discurso televisado desde el palacio presidencial, flanqueado por su gabinete.
La tercera economía más grande de América Latina está en ruinas después de décadas de deuda y mala gestión financiera, la inflación supera el 160 por ciento año tras año y el 40 por ciento de los argentinos vive en la pobreza.
Milei, que fue elegido el mes pasado y asumió el cargo hace 10 días, prometió frenar la inflación, pero advirtió que lidiar con los “shocks” económicos es la única solución y que la situación empeorará antes de mejorar.
Los cambios anunciados el miércoles incluyen la eliminación de una ley que regula los alquileres y normas que impiden la privatización de empresas estatales.
Milei también anunció una “modernización de la legislación laboral para facilitar la creación de empleos reales” y una serie de otras medidas de desregulación que afectan al turismo, los servicios de Internet por satélite, los productos farmacéuticos, la producción de vino y el comercio exterior.
Tras el discurso, miles de personas se reunieron en las calles cercanas a la convención para expresar su descontento.
Los manifestantes golpearon ollas y sartenes, treparon portones y ondearon la bandera nacional.
“Estoy aquí porque tengo miedo del decreto”, dijo a la AFP Nicolas Waiselbaum, profesor de 48 años.
Leopoldo Maldonado, estudiante de 25 años, dijo: “Las medidas son muy negativas”.
“Me preocupa especialmente la ley de arrendamiento y la reforma laboral. A los jóvenes ya les resulta muy difícil encontrar un trabajo permanente”, afirmó.
El decreto, que se publicará en el Boletín Oficial a medianoche, deberá ser evaluado en un plazo de 10 días por un comité conjunto de legisladores de ambas cámaras de la legislatura.
El experto en derecho constitucional Emiliano Vitaliani dijo a la AFP que el decreto sólo podría ser derogado si es rechazado tanto por la Cámara Baja como por el Senado.
El partido de extrema derecha Libertad Avanza de Milei tiene sólo 40 escaños en la cámara baja de 257 miembros y siete de 72 senadores. Pero la ventaja de Milei mejora cuando se tiene en cuenta a los miembros de la coalición de centroderecha Juntos por el Cambio.
– Terapia de “shock” para la economía –
Para la politóloga Lara Goyburu, las medidas de Milei no son sorprendentes dada la forma en que hizo campaña para la presidencia. Pero dijo a la AFP que el uso de un decreto de emergencia era inusual.
Este libertario de 53 años y autodenominado “anarcocapitalista” dijo que eran necesarios recortes de gastos del cinco por ciento del producto interno bruto.
Antes del anuncio del miércoles, su gobierno ya había devaluado el peso argentino en más de un 50 por ciento y anunció recortes masivos a los generosos subsidios gubernamentales para combustible y transporte a partir de enero.
Milei también anunció el cese de todos los nuevos proyectos de construcción pública y una suspensión de un año de la publicidad gubernamental.
Las medidas de la semana pasada para combatir la inflación fueron bien recibidas por el Fondo Monetario Internacional, al que Argentina debe 44 mil millones de dólares.
“Durante el último siglo, los políticos se han esforzado por expandir el poder del Estado en detrimento de los argentinos comunes y corrientes”, dijo Milei el miércoles.
“Nuestro país, que fue la mayor potencia del mundo en la década de 1920, se ha visto envuelto en una serie de crisis durante los últimos 100 años, todas ellas derivadas de la misma causa: los déficits presupuestarios”.
Milei obtuvo una sorprendente victoria electoral en noviembre, aprovechando una ola de ira por décadas de crisis económicas recurrentes marcadas por la deuda, la impresión desenfrenada de dinero, la inflación y los déficits presupuestarios.
Los argentinos siguen sufriendo una hiperinflación de hasta 3.000 por ciento en 1989-1990 y una dramática implosión económica en 2001.
Antes del discurso de Milei, miles de personas en Buenos Aires protestaron contra su gobierno, ondeando pancartas y gritando consignas cerca del palacio presidencial de la Casa Rosada.
Su ruta por el centro de la ciudad estuvo llena de policías militares y otro personal de seguridad, incluidos agentes con equipo antidisturbios completo, una demostración de fuerza que los organizadores de la protesta criticaron como un intento de provocación.
“Esto me recuerda a la dictadura” de 1976 a 1983, dijo Eduardo Belliboni, líder del movimiento de izquierda Polo Obrero.
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