La edición online del diario argentino Olé reveló la noche de este jueves el drama vivido por el mayor tenista de la historia argentina, Guillermo Vilas, ex número 2 del mundo y poseedor de 62 títulos profesionales, cuatro de ellos en torneos de Grand Slam. Según el diario, Vilas tiene Alzheimer.
A los 67 años, Vilas estaría apartado de su familia en su casa de Montecarlo a causa de la enfermedad, señaló el diario, que entrevistó a uno de los grandes socios de Vilas, Tito Vázquez, para respaldar la información.
“Físicamente no es fácil de detectar, pero está muy deteriorado. Su salud mental se está deteriorando. Tiene algunos momentos de claridad, pero no es consciente de lo que sucede a su alrededor “El punto en el que no reconoce a los amigos. Hay momentos en los que no puede tener una conversación”, reveló Vázquez.
El periódico enumera una serie de episodios en los que Vilas mostró públicamente síntomas de la enfermedad. Uno de los primeros en 2015, participando en un programa de la televisión local junto a Gastón Gaudio, campeón de Roland Garros 2004, no recordaba los nombres ni las edades de sus tres hijas.
El inventor de uno de los tiros más difíciles y bonitos del tenis, el Grand-Willy, podría haber elegido vivir en Mónaco para no ser el centro de atención en Argentina, poniendo así en evidencia el avance de la enfermedad.
Las apariciones públicas de Vilas son cada vez más raras, más recientemente solo a través de las redes sociales, en imágenes manejadas por su esposa Phiangphathu Khumueang, con quien se casó cuando aparecieron los primeros síntomas de la enfermedad, según testificó Vázquez Olé tras 16 años de relación. La pareja tiene un hijo nacido en Mónaco, Guillermo Vilas Jr., que ahora tiene tres años.
Al momento de la boda en mayo de 2016, Vilas estaba siendo homenajeado en Buenos Aires en Lawn Tennis, el club que anualmente alberga el Buenos Aires ATP 250, y en su discurso terminó perdiéndose en información sobre cómo había llegado desde León. a Buenos Aires para entrenar y convertirse en el mejor tenista del país. Vázquez recordó un episodio que lo moldeó detrás de escena en el evento.
“Salió del lote de tenis sobre césped y condujo su automóvil hasta que llegó a la puerta… y no la pasó. El auto quedó detenido allí hasta que su esposa se levantó del asiento del copiloto, cambió de posición y se hizo cargo del auto.”¿Cuando Guillermo estaba a punto de dejar atrás a una mujer?”, preguntó Vázquez, quien también reveló que la pareja murió poco después, cuando jugó en dobles en un duelo con Vilas, mostró una gran actuación, pero perdió en la lista de resultados del partido.
“Hubo un momento en que iba a sacar, me acerqué a él y no me reconoció”, dijo el ex tenista.
El informe también revela que antes de recibir información sobre la enfermedad, contactó para una entrevista a Vilas, una persona que trabajaba para el ex tenista, pero le dijo al periodista: “Ni siquiera lo molesto”.
Otro periodista habría comentado el artículo sobre el bicampeón del Abierto de Australia (1978 y 1979): “Hay lugares a los que preferiría no ir. Él lo haría. es muy débil…”
Vilas, quien era conocido como un “bon vivant” y disfrutaba estar en público, dar discursos públicos y disfrutar de la vida con fiestas y celebraciones, se aisló parcialmente de su familia. En Mónaco está en contacto con amigos, ex rivales y compañeros de circuito, según consta en sus redes sociales, pero allí, garantiza el diario, sigue la misma rutina diaria, que incluye paseos por los mismos lugares y a las mismas horas.
Tras la publicación del Diario Olé sobre la salud de los campeones de Roland Garros en 1977, algunos profesionales de la prensa especializada argentina condenaron la publicación.
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