Las reservas de Argentina vuelven a estar bajo presión tras el fin de la bonanza exportadora de soja

Por Jorge Otaola

BUENOS AIRES (Reuters) – Las reservas del banco central de Argentina, ya agotadas, están bajo una nueva presión debido a que las exportaciones de granos de la nación sudamericana se han estancado luego de un auge en las ventas de soja y una sequía que afecta al trigo y el maíz.

El banco central del país vendió alrededor de $150 millones el lunes, la mayor caída diaria de reservas desde principios de agosto, dijeron operadores a Reuters, lo que contribuyó a una caída de alrededor de $368 millones la semana pasada y $72 millones la semana anterior. Se vendió por $ 145 millones el martes.

Un impulso de exportación de soja patrocinado por el gobierno en septiembre ayudó a inyectar alrededor de $ 5 mil millones en reservas de divisas fuertes en el país, que necesita dólares para hacer pagos futuros al Fondo Monetario Internacional (FMI) y acreedores privados.

En medio de una desaceleración en las ventas de granos para el principal exportador mundial de soja procesada y el tercer exportador de maíz, y la continua demanda de dólares de los importadores, el banco central ya ha renunciado a alrededor de una quinta parte de esas ganancias, a pesar de las medidas más estrictas para defender las reservas, según a los datos recopilados por Reuters.

Argentina: ¿construir reservas? https://graphics.reuters.com/ARGENTINA-ECONOMY/egpbkoralvq/chart.png

“El panorama se vuelve más complicado a medida que cae la oferta (de dólares) y la demanda no se rinde a pesar de las mayores restricciones cambiarias y las diferencias en los tipos de cambio”, dijo el agente de compensación local Cohen en una nota.

“La tensión cambiaria regresó antes de lo esperado”.

Argentina se enfrenta a una sequía importante y prolongada, y las heladas recientes han frustrado los pronósticos para la cosecha de trigo y han obligado a los agricultores a posponer la siembra de soja en la región central del cinturón agrícola del país, arriesgándose a pérdidas potenciales de miles de millones de dólares.

La inflación también se dirige hacia el 100% este año, mientras que la presión sobre la moneda local, el peso, también ha aumentado a medida que un número creciente de tipos de cambio paralelos, alejados del tipo de cambio oficial al contado, aumentan las expectativas de una devaluación.

“Eventualmente se va a dar el salto de la devaluación, pero hay que tener en cuenta el contexto político”, dijo el economista Juan Carlos De Pablo con miras a las elecciones parlamentarias del próximo año.

(Reporte de Jorge Otaola; Escrito por Adam Jourdan; Editado por Paul Simao)

Débora Llamas

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