La policía en Argentina disparó balas de goma para dispersar a los manifestantes reunidos frente al Congreso en Buenos Aires mientras los legisladores debatían el amplio paquete de reformas económicas, sociales y políticas del recién electo presidente Javier Milei.
En un momento dado, los parlamentarios de la oposición irrumpieron en el edificio para observar y denunciar la acción policial, pero luego regresaron al interior para tomar asiento y el debate continuó hasta pasada la medianoche.
Los medios locales informaron de tres personas heridas y varias detenciones. El sindicato de prensa porteño informó que al menos una decena de periodistas fueron alcanzados por balas de goma, incluida una en la cara.
Todo sucedió en el segundo día de lo que se espera sea un debate maratónico sobre el llamado proyecto de ley de reforma general de Milei.
Este outsider político de 53 años, un libertario y autodenominado anarcocapitalista, obtuvo una sorprendente victoria electoral en octubre pasado aprovechando una ola de ira por décadas de crisis económicas marcadas por la deuda, la impresión desenfrenada de dinero, la inflación y los déficits presupuestarios.
Milei comenzó su mandato devaluando el peso en más de un 50 por ciento, recortando los subsidios gubernamentales para el combustible y el transporte, reduciendo a la mitad el número de ministerios y eliminando cientos de reglas diseñadas para desregular la economía.
Su amplio paquete de reformas afecta a todos los ámbitos de la vida pública y privada, desde la privatización hasta las cuestiones culturales, el código penal, el divorcio y el estatus de los clubes de fútbol.
Pero muchos argentinos ya están en crisis y han organizado una huelga a menos de dos meses de su mandato.
“Milei promete que sus medidas de austeridad y reformas reducirán la creciente inflación en Argentina e impulsarán la economía”, informa tristemente Teresa Bo de Al Jazeera sobre las protestas del jueves.
Pero señaló que los disturbios mostraban “lo difíciles que serán los próximos meses y lo preparado que está el presidente para enfrentarse a quienes se atrevan a desafiarlo”.
“Analista. Gamer. Explorador amistoso. Amante de la televisión incurable. Aficionado a Twitter. Erudito de las redes sociales. Geek aficionado a la web. Orgulloso gurú de los zombis”.