En el caso de la planta de Chattanooga, Tennessee, las ovejas no fueron contratadas para ayudar a los 4.000 empleados sino para mantener la granja solar de Volkswagen, una de las más grandes operadas por un fabricante de automóviles en el país.
El complejo está activo desde 2013 y cuenta con 33.600 paneles solares repartidos en 33 hectáreas. Este parque es responsable del 12,5% de la energía total consumida en la fábrica. Sin embargo, para funcionar completamente, la granja solar necesita un suelo sólido sin ningún tipo de erosión.
Una de las soluciones fue llenar la finca con césped, que protege el suelo de la erosión. Sin embargo, la hierba crece rápidamente y puede dar sombra a los paneles solares. En este caso, la solución que encontró la automotriz fue colocar un rebaño de ovejas en la zona para que pudieran controlar la vegetación y evitar la degradación del suelo.
Loran Shallenberger, gerente de proyectos de energía renovable en Silicon Ranch, quien dirige el proyecto solar de VW, dice: “Las ovejas mantienen el pasto bajo pastoreo y pisoteo, y los paneles solares brindan sombra a las ovejas y minimizan el estrés por calor en pleno verano”.
Volkswagen también tiene algunos burros de “rescate” que pueden alertar cuando la vida de las ovejas está en grave peligro. El fabricante incluso afirmó que ya había investigado sacar cabras a pastar. Sin embargo, estos animales tienden a saltar sobre los paneles solares y roer los cables.
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