Una historia familiar y empresarial ha llamado la atención de los usuarios de Twitter durante los últimos dos días. Todo comenzó cuando la usuaria Beatriz Pincelli, de 25 años, contó la historia de su hermana Nathália Pavanelli, de 19. “Mi familia está en crisis porque mi hermana, que decía todos los días que se iría a los 18 en la primera oportunidad que tuviera, lo hizo a los 18 años y realmente se fue en la primera oportunidad que tuvo. Literalmente me mudé a otro país”, dijo en la red social.
La publicación recibió más de 6,8 millones de visitas y 100.000 me gusta. Luego de eso, Beatrice continuó la historia y aprovechó para dar a conocer el negocio que su hermana había abierto en Argentina.
En entrevista con PEGN, Nathália, que ahora tiene 19 años, explicó la motivación de su mudanza y cómo le está yendo con la tienda abierta en el país. Ella y su prometido Fernando Henrique Machado Junior viven en Argentina desde febrero de este año. Juntos abrieron una tienda de comercio electrónico de artículos para el hogar en un modelo de dropshipping, la tienda FJR.
Nathália dice que sus suegros ya vivían en el país. Después de conflictos con sus padres, decidió que vivir con la familia del novio y hacer negocios en el extranjero podría ser un buen comienzo. “Mi madre quería que estudiara medicina como mi hermana mayor, pero yo no quería eso. Eso generó muchos conflictos”, dice. Pavanelli les dijo a sus padres y hermana que emigraría solo una semana antes del viaje.
Su prometido ya estaba tomando un curso en línea sobre dropshipping y se les ocurrió la idea de iniciar su propio sitio web y generar ingresos para financiar los gastos de la nueva casa que comparten con sus padres. “Funciona. Lanzamos el sitio a los pocos días de llegar a Argentina. En ese primer mes ganamos R$ 3.500”, dice Pavanelli.
La tienda ofrece una mezcla diversa de productos que incluyen artículos de higiene y belleza, juguetes educativos, instrumentos para niños, artículos para mascotas y accesorios electrónicos. El grupo objetivo de la tienda FJR son los brasileños.
En el modelo dropshipping, el emprendedor crea una plataforma para conectar proveedores y público final sin tener un inventario físico propio. La naturaleza del negocio requiere un mayor enfoque en el marketing y la difusión en las redes sociales, un área que Pavanelli administrará junto con el sector financiero, mientras que su compañero se encarga del funcionamiento del sitio.
Inicialmente, la pareja contó con un incentivo del padre del joven, quien pagó el curso y la apertura del sitio. “Ahora logramos financiar el local con el dinero y reinvertirlo en la compra de otros bienes”, dice el emprendedor.
En su opinión, la venta funciona por el esfuerzo de dar a conocer el negocio y la relación con los clientes. “La divulgación es fundamental, debe transmitir credibilidad y confianza. Además, tenemos un servicio muy humano, somos súper transparentes y ayudamos rápidamente al cliente con cualquier problema con la compra”, dice.
Su sueño actual es asistir a la universidad en Argentina y seguir haciendo crecer la tienda virtual. “Estoy pensando en estudiar marketing, me parece interesante y puedo aplicar lo que he aprendido para usar nuestro sitio web”, dice.
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