Javier Milei, el candidato libertario que monta el creciente descontento argentino | Internacional

Hasta hace casi dos años, Javier Milei era simplemente un economista provocador de cabello negro rizado y afición a los insultos. Era uno de los favoritos de los programas de televisión políticos: siempre hacía un buen espectáculo con su retórica incendiaria y sin filtros. Pero en 2019 renunció a su análisis económico, se postuló para un escaño en la Cámara de Diputados y ganó. A pesar de esto, nadie lo tomó muy en serio hasta que anunció su intención de postularse para presidente y comenzó a subir en las encuestas.

Cuanto peor está la Argentina, mejor está Milei, que ha sabido ganarse los votos de los que no creen en la política. Esta semana, el candidato libertario grabó un video para develar su “plan motosierra”, un híbrido de ideas ultraliberales en el que no hay ministerios de educación, salud, obras públicas o desarrollo social que permitan la compraventa de órganos. y donde el crimen se resuelve permitiendo que los civiles se armen.

La crisis en Argentina está pasando factura a la política. El estancamiento económico, la frustración social y las perspectivas sombrías dan lugar a aspirantes a figuras que prometen hacer estallar todo y empezar de nuevo. La fórmula funcionó para Jair Bolsonaro en Brasil en 2018 en medio de temores de que pudiera extenderse a Argentina. Pero el peronismo, en su versión kirchnerista, encontró la fórmula para neutralizar cualquier aventura individual antisistema y se impuso en las elecciones de 2019. El fracaso de este experimento, con Alberto Fernández como presidente y Cristina Fernández de Kirchner como su vicepresidenta, le abrió las puertas del Congreso a Milei en las elecciones intermedias. Y desde entonces su estrella no ha dejado de ascender.

Mileis Libertad Avanza es ahora la tercera fuerza política de Argentina y ya nadie se ríe de sus posibilidades electorales. Promedio de seis encuestas nacionales realizadas por el diario Clarín le dio al economista el 17% de los votos. A cinco meses de las elecciones primarias y siete de las generales, Milei está justo detrás de las dos grandes coaliciones que dominan actualmente el escenario político argentino: el gobernante Frente de Todos (25%) y Juntos por el Cambio (27%). Milei logró romper esta polarización interviniendo como árbitro electoral.

El candidato de La Libertad Avanza, Javier Milei, saluda a sus seguidores después de las elecciones generales del 14 de noviembre de 2021.Agencia Anadolu (Agencia Anadolu a través de Getty Images)

Milei se ha unido a todo tipo de personajes. En la provincia noroccidental de Tucumán, por ejemplo, su candidato a gobernador es Ricardo Bussi, hijo de un exmilitar condenado por crímenes de lesa humanidad. Bussi presentó su candidatura con un video en el que dispara a un blanco estacionario en medio de imágenes de ataques a civiles. “Que la próxima vida que te quiten no sea la tuya”, le dice a la cámara. Con un periodista del canal de noticias. Tennesse Miley preguntó por qué defendió el derecho a portar armas, contestó con el estilo que ya es su marca registrada: “¿Por qué apoyas a los argentinos honestos que sufren como ratas a manos de los delincuentes?”.

Los votantes de Milei no necesariamente defienden el derecho a portar armas, la venta de órganos humanos, el fin de la educación gratuita o su llamado a quemar el banco central para acabar con la inflación. Más bien, lo que los une es su protesta antisistema y su visión de que todos los políticos son “un montón de criminales y ladrones”. El eslogan de Milei es: “Odio a los jodidos zurdos.” Y para diferenciarse de “la casta”, sortea su salario como diputado estatal todos los meses.

La creciente popularidad de Milei ya es un problema para las fiestas tradicionales. Sus votantes son en su mayoría jóvenes y de clase media, pero también de los tradicionales barrios marginales peronistas de las afueras de Buenos Aires. El gobierno puede hacer poco al respecto. El dato de inflación de febrero es del 6,6% y la tasa interanual superó el 100% por primera vez desde 1991. A medida que la crisis se profundiza y crece el malestar social, el ministro de Economía, Sergio Massa, un potencial candidato de consenso para un movimiento peronista, pierde fuerza y ​​se desangra en combates asesinos. Juntos por el Cambio, la coalición opositora formada por el expresidente Mauricio Macri, no está mejor. La retórica de Milei está obligando a los precandidatos del centro político, sobre todo al intendente de la ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, a girar a la derecha. Y al mismo tiempo, inspira a las figuras más extremas de la alianza, como la exministra de Seguridad Patricia Bullrich y la propia Macri.

Que Milei fuera devorada al final de Juntos por el Cambio parecía una obviedad hace apenas unos meses. Pero la popularidad del diputado crece en las encuestas. Su objetivo ahora es asegurar una segunda vuelta en las elecciones de octubre y capitalizar el descontento de la sociedad. Milei ya no es motivo de risa.

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Federico Avila

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