Más comúnmente, la infección se produce directamente a través de la inhalación de partículas de orina, heces y saliva de roedores salvajes, en lugar del contacto con otras personas infectadas. Por lo tanto, los casos de enfermedad generalmente ocurren de forma aislada. A diferencia de los humanos, los roedores como los ratones y las ratas pueden portar el hantavirus durante toda su vida sin enfermarse.

Según una encuesta realizada por los investigadores en epidemiología Lidsy Ximenes Fonseca, Stefan Vilages de Oliveira y Elisabeth Carmen Duarte, “se informaron 13.181 casos de infección por hantavirus en Brasil entre 2007 y 2015, de los cuales el 8% fueron confirmados y 410 fallecieron”.

Lo que sorprende en el caso de Argentina es la alta concentración de casos en un mismo lugar y la gran cantidad de muertes en un corto período de tiempo.

Las personas que murieron allí se conocían y muchas de ellas eran miembros de la misma familia.

Todos los casos de muerte e infección ocurrieron en la ciudad de Epuyén, en la provincia de Chubut, en la Patagonia argentina. Los funcionarios de salud de la ciudad lograron identificar el origen del brote: sucedió en una fiesta de cumpleaños el 24 de noviembre.

Se cree que un hombre presente en la fiesta contrajo la enfermedad previamente mientras limpiaba un cobertizo en desuso. El sitio pudo haber contenido saliva, orina o heces de ratas. Los casos más comunes de infección ocurren por la inhalación del polvo producido por la orina seca de los roedores de interior.

Los rayos de sol y los desinfectantes matan el virus, por lo que no es común que muchas personas se infecten al mismo tiempo.

Sin embargo, los hantavirus también pueden transmitirse de persona a persona en los primeros días de la infección. Eso es raro, pero los funcionarios de salud dicen que sucedió en Epuyén.

El hantavirus causa síntomas similares a los de la gripe: fiebre, dolor muscular, escalofríos, dolor de cabeza, náuseas, vómitos, dolor abdominal y diarrea.

Pero después de unos días, la condición empeora y hay dificultades para respirar, lo que lleva al llamado síndrome corazón-pulmón por hantavirus.

En este caso aparecen fiebre, dificultad para respirar, respiración acelerada, latidos cardíacos acelerados, tos seca, presión arterial baja y edema pulmonar no cardiogénico. En este caso, puede ocurrir insuficiencia respiratoria aguda y shock circulatorio.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la tasa de mortalidad por esta enfermedad es del 38% y no existe un “tratamiento específico” para ella.

El Instituto Malbrá de Buenos Aires, que analiza posibles casos de contagio con el hantavirus, confirmó a BBC News Mundo (BBC para España) que el brote se originó en la fiesta de cumpleaños de una joven que cumplió 14 años.

“Se analizaron 400 muestras, incluidas las de todos los presentes en el cumpleaños”, explicó el laboratorio vinculado al Ministerio de Salud argentino.

Según la prensa local, unas 50 personas que asistieron a la fiesta permanecen en cuarentena en sus casas. La primera víctima mortal del brote fue la propia cumpleañera, que murió el 3 de diciembre, diez días después de la fiesta, de 14 años.

El hombre que habría provocado la infección y su mujer, que también estaba enferma, se han recuperado. Seis personas que asistieron a la fiesta fallecieron entre diciembre y principios de 2019.

La semana pasada el gobierno de Chubut anunció que dos mujeres y un adolescente de 16 años fueron agregados a la lista de muertos. Los tres fueron trasladados a un hospital en Esquel, localidad cercana a donde se realizaba la fiesta.

José Antonio Vergara, médico del Departamento de Epidemiología del Ministerio de Salud en Los Lagos, Chile, anunció el sábado la muerte de otra mujer de 29 años.

Según el Ministerio de Salud de Brasil, no existe un tratamiento específico para la infección por hantavirus y “las medidas terapéuticas son generalmente de apoyo”.

Aunque actualmente se cree que todos los casos ocurrieron en Epuyén, incluido el caso de la mujer chilena fallecida, las autoridades desconfían de la posible propagación del virus.

Además del caso de Chile, también hay dos personas contagiadas en la zona de Chubut. Las autoridades locales han suspendido tres celebraciones tradicionales en la región.

También están considerando introducir el “aislamiento obligatorio” de alrededor de 60 vecinos de los infectados. Además, el Instituto Malbrán analiza la posibilidad de que el virus haya mutado y se haya vuelto más peligroso.

El escenario que más preocupa en estos momentos es que el hantavirus pueda propagarse a través del vapor de saliva, lo que favorecería la propagación de la enfermedad. Sin embargo, el doctor Jorge Elías, director del Área Programática de Salud Noroeste del Ministerio de Salud de Chubut, hizo un llamado a poner la situación en perspectiva y no generar pánico.

“En Epuyén viven unas 2.500 personas, de las cuales 24 han dado positivo. No debemos preocupar a la comunidad”, dijo.