Pero esta situación, dicen los funcionarios estadounidenses, es muy diferente. Las afirmaciones de Washington sobre el aumento de tropas de Rusia han sido corroboradas por imágenes satelitales comerciales de una calidad que antes no estaba disponible. Los detalles de los planes secretos de desinformación de Moscú coinciden con las campañas de propaganda del Kremlin que se desarrollan en las plataformas de redes sociales, que han sido rastreadas por investigadores independientes.

Lo más importante, dijeron los funcionarios, es que existe una diferencia fundamental entre Irak en 2003 y Ucrania en 2022. “Se ha desplegado inteligencia en Irak y se ha desplegado desde este mismo podio para iniciar una guerra”, dijo Sullivan el martes viernes. “Estamos tratando de detener una guerra”.

La última vez que Rusia tomó medidas enérgicas contra Ucrania fue en 2014, los funcionarios de inteligencia impidieron que la administración Obama compartiera su conocimiento. Pero la administración Biden ha estado investigando estos errores. Las nuevas revelaciones reflejan la influencia de Avril D. Haines, directora de inteligencia nacional, y William J. Burns, director de la CIA, quienes han mostrado su voluntad de divulgar información para interrumpir la planificación rusa, dijeron funcionarios del gobierno.

“Hemos aprendido mucho, particularmente desde 2014, sobre cómo Rusia usa el espacio de información como parte de su aparato militar y de seguridad general”, dijo Emily J. Horne, vocera del Consejo de Seguridad Nacional. “Y hemos aprendido mucho sobre cómo negarles cierta influencia en ese espacio”.

Un funcionario de inteligencia de EE. UU. dijo que si las agencias de espionaje del país tienen información que podría ayudar al mundo a evaluar mejor las actividades rusas, debería hacerse pública siempre que el gobierno pueda evitar revelar cómo se recopiló la información o quién la filtró.

Según algunos estrategas, esta es una guerra de información en toda regla.

“Creo que es genial”, dijo Beth Sanner, exfuncionaria de inteligencia de alto rango que informaba regularmente al presidente Donald J. Trump. “Supongo que estas revelaciones están asustando al Kremlin y a los servicios de seguridad. Y, lo que es más importante, puede limitar las opciones de Putin y hacerlo pensar”.