La primera santa de Argentina fue canonizada el domingo. En este evento, el Papa Francisco y el presidente del país se encontraron cara a cara por primera vez.
El presidente Javier Milei, un libertario, había dicho anteriormente que el Papa era un “imbécil” que estaba “promoviendo el comunismo”.
Tras asumir el cargo en diciembre, bajó el tono de sus críticas.
Milei viajó al Vaticano para asistir a misa en la Basílica de San Pedro, donde conoció y abrazó al Papa de 87 años.
Se reunirán nuevamente el lunes para una audiencia privada en el Vaticano.
María Antonia de Paz y Figueroa, conocida como Mamá Antula, fue una mujer laica del siglo XVIII considerada por algunos como la primera feminista de Argentina.
Renunció a la riqueza de su familia para cuidar de los pobres y ayudó a mantener vivo el movimiento jesuita en Argentina después de la supresión de la orden religiosa a la que pertenece el Papa.
El Papa lo calificó el viernes como un “regalo para el pueblo argentino y también para toda la Iglesia”.
La reunión de líderes políticos y religiosos se produce en medio de una gran incertidumbre política en Argentina, donde la inflación ha aumentado al 200 por ciento y el 40 por ciento de la población vive en la pobreza.
También anunció planes para desmantelar los derechos de los trabajadores, abolir los límites a los alquileres y eliminar los subsidios estatales para los bienes cotidianos.
Milei dijo que el país necesitaba una “terapia de shock económico” para hacer frente a la actual crisis económica, considerada la peor en décadas.
Poco después de su victoria electoral en noviembre, Milei invitó al Papa, a quien se dirigió como “Su Santidad”, a visitar Argentina en 2024.
El líder religioso nacido en Buenos Aires no ha visitado su país de origen desde que se convirtió en Papa en 2013.
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