Chile experimentó un terremoto político el martes cuando la Cámara de Diputados rechazó las reformas propuestas a la ley antidiscriminación del país.
El objetivo de las reformas propuestas es “fortalecer la prevención de la discriminación y promover y garantizar mejor el principio de igualdad”. El Parlamento aprobó la ley en 2012. También llamada Ley Zamudio, lleva el nombre de Daniel Zamudio, un homosexual de 24 años que murió cuando un grupo de neonazis lo atacó en el Parque San Borja de Santiago, la capital del país.
Por mayoría de 69 a 63 votos, los diputados rechazaron la propuesta de reforma del gobierno del presidente Gabriel Boric. Trece diputados se abstuvieron en la votación.
El Senado chileno ya aprobó la propuesta. Una comisión integrada por representantes de ambas cámaras del Congreso lo examinará ahora.
La mayoría de los miembros del partido gobernante apoyaron el proyecto de ley, mientras que la oposición lo rechazó unánimemente.
El congresista Cristóbal Urruticoechea, estrecho aliado del Partido Republicano, defendió su voto en contra del proyecto de ley.
“Por supuesto que tenemos que respetar las diferencias de los demás, pero eso no tiene por qué ser una obligación de aplaudirlos o decirles a nuestros hijos que hay más de dos tipos de género, porque eso no es discriminación”, afirmó.
Emilia Schneider, la primera congresista transgénero del país, dijo: “Desafortunadamente, la mayoría de la (Cámara de Representantes) ha rechazado protecciones para las víctimas de discriminación”.
“Esto es incomprensible, inaceptable y estamos aquí con un grupo de organizaciones de la sociedad civil para pedir a la mayoría de los parlamentarios que reconsideren su decisión para que podamos solucionar este desastre en la comisión conjunta”, afirmó. “Llevamos mucho tiempo esperando una reforma de la ley antidiscriminación. Llevamos mucho tiempo esperando una institucionalidad que promueva la igualdad y la inclusión en nuestro país, porque hoy se siguen perdiendo vidas por la discriminación y esto ya no lo podemos tolerar”.
“Lamentablemente hoy la Cámara de Representantes vuelve a dar la espalda a los ciudadanos”, añadió Schneider.
Rolando Jiménez, director del Movimiento de Integración y Liberación Gay, la principal organización queer del país conocida por las siglas Movilh, dijo en un comunicado: “Hoy hemos regresado al pasado, a los años 90, a los Momentos más oscuros para las personas LGBTIQ+ y sectores discriminados”.
“Los miembros de extrema derecha del Congreso llegaron incluso a llamar a las personas LGBTIQ+ desviadas durante el debate en el pleno”, dijo. “Estamos ante el peor escenario legislativo de no discriminación que jamás hayamos vivido. Según todos los indicios, es un revés civilizacional”.
María José Cumplido, directora ejecutiva de la Fundación Iguales, otro grupo de defensa chileno, dijo al Washington Blade que “se instalaron mentiras” durante el debate.
“Esta no es una mala ley”, dijo. “Es una ley que cumple con los estándares internacionales, previene la discriminación y mejora la calidad de vida de las personas”.
“Llevamos años hablando de seguridad y discriminación. Es un problema de seguridad que viven cientos y miles de personas”, añadió Cumplido. “Queremos que este proyecto avance para que el Estado pueda prevenir la discriminación y las personas puedan elegir su vida en libertad”.
“Seguiremos la lucha”
El rechazo a la propuesta de reforma representa un importante retroceso en la lucha por la no discriminación y la igualdad en Chile.
El objetivo de la propuesta era crear un marco institucional para combatir la discriminación y ampliar las opciones de compensación para las víctimas de la discriminación. Además, se deben aumentar las penas máximas por actos discriminatorios y se debe fortalecer la política estatal contra la discriminación.
“No bajaremos nuestras banderas”, dijo Jiménez. “Continuaremos la lucha en la Comisión Conjunta”.
Movilh ha llamado a los ciudadanos LGBTQ chilenos y sus familias a protestar por la votación durante la Marcha del Orgullo anual de Santiago el 29 de junio.
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