El gobierno argentino impone restricciones a los bienes importados

Las empresas argentinas están luchando para comprar suministros importados debido a las restricciones de importación impuestas por el gobierno para frenar la salida de dólares de las reservas del banco central, que se están volviendo peligrosamente bajas.

Las restricciones a la importación están afectando a otros productos no planificados y elevando aún más los precios debido a la inflación, que ya supera el 60% anual, que los economistas esperan que siga agravándose.

Alejandro Bartalini, presidente de Metalcrom, una empresa que fabrica tubos de acero para las industrias petrolera y agrícola, está luchando para comprar barras de acero importadas y piezas para sus bombas de aceite.

Dijo que aunque se apruebe la importación, el gobierno libera dólares para comprar la mercadería 180 días después de la compra, lo que dificulta la transacción.

“Todos usamos componentes importados para hacer el producto final y creemos que esta situación afectará la producción, la creación de empleo y el crecimiento económico del próximo año”, dijo Bartalini.

En una empresa cercana que fabrica papel higiénico y papel de cocina, el propietario, Daniel Rosato, advierte que si no se liberan las importaciones, los supermercados pronto podrían quedarse sin productos.

Muchos productos importados como el salmón y el café también han visto aumentos de precios.

El peso argentino cayó y los precios de las acciones cayeron esta semana después de que la izquierdista Silvina Batakis fuera nombrada ministra de Economía tras la sorpresiva renuncia de su antecesor más moderado durante el fin de semana.

Batakis fue nombrado el domingo por la noche para suceder a Martín Guzmán, quien en gran parte era visto como una voz moderada en el gabinete del presidente Alberto Fernández.

Un gran signo de interrogación se refiere al futuro del reciente acuerdo del país con el Fondo Monetario Internacional para reestructurar su deuda de $44 mil millones.

La economía ya está agobiada por la escasez de combustible, una tasa de inflación anual superior al 60% y una deuda de 44.000 millones de dólares del país recientemente reestructurada con el Fondo Monetario Internacional.

(Descargo de responsabilidad: esta historia se genera automáticamente a partir de un feed sindicado; solo la imagen y el pie de foto pueden haber sido modificados desde www.republicworld.com).

Marcio Lizana

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