El expresidente argentino y líder opositor Mauricio Macri debe declarar ante un juez bajo sospecha de organizar un plan para espiar a los 44 tripulantes del submarino San Juan que desapareció en 2017.
Capitanes condenados por hundir submarino argentino
Macri, de 62 años, se encuentra en Estados Unidos pero a su regreso a Argentina tendrá prohibido salir del país por orden del juez Martín Bava, quien lo citó a interrogatorio el 7 de octubre.
“El entonces presidente [mandato de 2015 a 2019] tenía pleno conocimiento de la vigilancia de los tripulantes por parte del Servicio Federal de Inteligencia”, dijo el juez Bava en una resolución dada a conocer a la prensa.
La pena por violar la Ley de Inteligencia Nacional va de los tres a los diez años, pero en este caso se pueden considerar algunas agravantes.
El juez ordenó este viernes (1) el juicio de los jefes de inteligencia Gustavo Arribas y Silvia Majdalani, quienes denunciaron a Macri, acusados de ejecutar “inteligencia ilegal” sobre familiares que intentaron determinar el destino del clandestino Bootes cuando desapareció hace un año.
El juez alega que con las manifestaciones callejeras y las redes sociales exigiendo que Macri y la Armada localicen a los tripulantes del submarino, “había un interés político nacional que podía afectar la gobernabilidad”.
Los familiares fueron monitoreados y sus teléfonos intervenidos -también fueron fotografiados y filmados- e incluso intimidados para que desistieran de sus reclamos, que denunciaron con pruebas en los tribunales. Los 44 tripulantes fallecieron en el accidente del submarino en noviembre de 2017.
El buque era un TR-1700 de fabricación alemana, de 66 metros (200 pies) de eslora, que permaneció en servicio desde 1985 hasta que fallas mecánicas provocaron que sufriera una aparente explosión interna tras desaparecer del radar mientras patrullaba aguas argentinas.
El San Juan fue localizado a una profundidad de casi 900 metros en noviembre de 2018, luego de una búsqueda de un año con la ayuda de armadas de otros países.
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