Mientras trabajaban en el barrio Ponte Alta, una zona rural de la ciudad de Uberaba (MG), paleontólogos de la Universidad Federal Triângulo Mineiro (UFTM) hicieron un descubrimiento sin precedentes en la ciencia brasileña. Encontraron un conjunto de 20 huevos de titanosaurio que anidaron hace unos 80 millones de años: el primer nido (o nido) descubierto en Brasil.
El hallazgo fue descrito en un artículo publicado en la revista científica Informes científicosel 24 de marzo, y también cuenta con la colaboración de científicos argentinos que ayudaron a identificar las especies de dinosaurios.
El principal responsable del hallazgo fue João Ismael da Silva, empleado de la Fundación Cultural del Municipio de Uberaba y técnico en paleontología de la UFTM. En una entrevista con el diario Folha de S.Pauloel investigador dice que se enteró de la existencia de huevos de dinosaurio en Ponta Alta en la década de 1990 y desde entonces ha encontrado varios huevos de titanosaurio aislados, pero nunca antes había encontrado un nido.
Con el cierre de una empresa minera francesa que ha estado explorando en busca de piedra caliza en la región, los paleontólogos creen que futuras excavaciones les permitirán hacer más descubrimientos paleontológicos en el sitio.
Uberaba, la ciudad que alberga el primer nido de dinosaurio en Brasil, entró en el mapa paleontológico en 1951 cuando se encontró un huevo esférico de titanosaurio. Tras el descubrimiento de este y otros fósiles, la ciudad se convirtió en un referente internacional en el estudio de los fósiles de vertebrados del Cretácico, un período que abarca desde hace 145 millones hasta 66 millones de años.
bebé dinosaurios
Cada uno de los huevos, de unos 12 centímetros de diámetro y 900 cc de volumen, se comparó con fósiles encontrados en otras partes del mundo para que los investigadores pudieran determinar su especie. A través de este método, se comprobó que las características de los huevos brasileños son similares a las de los fósiles de titanosaurios argentinos y rumanos, aunque tienen algunos detalles peculiares.
Los poros en las cáscaras de los huevos de Uberaba, que fueron fundamentales para el intercambio de gases de los embriones con el mundo exterior, se distribuyen de manera diferente que en otros huevos de titanosaurio. Lo que puede explicar esto, según los expertos, es el ambiente semiárido que prevaleció en lo que hoy es la región de Minas Gerais durante el período Cretácico. El clima árido y desértico del sitio hace 80 millones de años puede haber influido en la formación de su propio patrón de poros.
Los óvulos se sometieron a tomografías computarizadas para analizar su interior, pero no se identificaron embriones en su interior. A pesar de esto, los investigadores lograron descubrir nuevas características de reproducción de titanosaurios en la región a través de los nidos. Por ejemplo, la nidada mejor conservada, denominada CPPLIP 1798, muestra que los huevos se superpusieron y estuvieron en contacto entre sí en una bandeja con forma de cuenco. “Esta es una característica común en las crías de titanosaurios y su comportamiento de anidación debido a la construcción de nidos enterrados”, explican los investigadores en el artículo publicado en Informes científicos.
“Jugador. Organizador. Devoto ninja de la cerveza. Experto certificado en las redes sociales. Introvertido. Explorador”.