Catorce personas murieron después de que una tormenta trajera fuertes lluvias y vientos de 150 km/h (93 mph) al este de Argentina.

La tormenta azotó el sábado la ciudad portuaria de Bahía Blanca, a unos 570 kilómetros (355 millas) al sur de Buenos Aires, dañando edificios y provocando cortes de energía antes de avanzar hacia la capital el domingo.

Otras dos personas murieron en el vecino Uruguay.

Las autoridades dijeron que la tormenta provocó el colapso de parte del techo de un centro deportivo después de tocar tierra en Bahía Blanca durante una competencia de patinaje, matando a 13 personas.

Otras 14 personas resultaron heridas y los bomberos del lugar tuvieron que trabajar para liberar a los atrapados bajo los escombros.

El sábado por la noche estaba en vigor una advertencia meteorológica naranja en algunas partes de la provincia de Buenos Aires, lo que indica peligro para la vida y la propiedad.

Otra mujer murió la madrugada del domingo en la localidad de Moreno, un suburbio de la ciudad, cuando fue golpeada por la caída de una rama de árbol.

Las imágenes publicadas por los medios locales y supuestamente filmadas en el aeropuerto Aeroparque, cerca de Buenos Aires, mostraban un avión estacionado siendo sacudido por el viento.

También se vio una puerta de vuelo siendo arrojada a través de una pista y golpeando un portaequipajes.

Clorrie Yeomans, de 25 años, que viaja a Argentina desde Gran Bretaña, describió que la despertaron en su departamento en el centro de Buenos Aires alrededor de las 03:00 hora local (06:00 GMT).

“Escuché el viento más fuerte que jamás haya escuchado en mi vida. Luego escuché las alarmas de los autos y un accidente afuera”, dijo.

“Se sintió como un huracán. Pensé que el edificio se estaba moviendo. Fui y me senté en el baño del otro lado del apartamento porque tenía miedo de que cayera un árbol en mi balcón”.

Dijo que gran parte del área que rodea su casa permanecía tranquila el domingo por la mañana y que muchas personas se mostraban reacias a abandonar sus hogares.

“Vi los parabrisas de la gente tirados en el suelo, donde el viento los había arrastrado. Algunos autos quedaron completamente aplastados”, dijo.

“Hay calles enteras que están completamente bloqueadas por árboles y ramas caídos”.

“Luego están los cables que han sido arrancados de los árboles y que ahora cuelgan en la carretera”.

Añadió que el domingo por la tarde ya se habían despejado muchas calles y parte del transporte público había vuelto a funcionar.

El presidente Milei viajó el domingo a Bahía Blanca con varios ministros para evaluar los daños.

Su oficina dijo que el gobierno estaba “trabajando con las autoridades provinciales y municipales para ayudar a las víctimas y contener los daños”.

Las autoridades de Uruguay, justo al norte de Buenos Aires, dijeron que la tormenta también arrancó techos y derribó árboles allí.

Se informó que dos personas murieron en las primeras horas de la mañana del domingo.