La ministra de Salud de Argentina, Carla Vizzotti, anunció hoy (21) en conferencia de prensa que las fronteras del país se abrirán a todos los turistas extranjeros a partir del 1 de noviembre. Pueden ingresar personas vacunadas o no vacunadas siempre que cumplan con las reglas establecidas.
El 1 de octubre, los extranjeros de países vecinos pueden ingresar sin aislamiento, es decir Brasileño. La apertura de las fronteras terrestres también se realiza a pedido de los gobernadores con corredores seguros aprobados por la autoridad sanitaria con un cupo determinado por las capacidades de cada jurisdicción.
Y entre el 1 de octubre y el 1 de noviembre se irán incrementando paulatinamente los precios de entrada en todos los corredores, aeropuertos, puertos y tierras seguras.
Además, a partir del viernes (24) se eliminará la necesidad de aislar a los argentinos, residentes y extranjeros que vengan a trabajar y estén autorizados por el Servicio de Migración.
VISITANTES VACUNADOS
Para ingresar a Argentina, los viajeros vacunados deben:
- Presentación de un certificado de vacunación con un plan de vacunación completo – se aceptan todas las vacunas utilizadas en Brasil, incluida Coronavac – con la fecha de la última aplicación al menos 14 días antes de la llegada al país;
- Proporcionar un resultado negativo de la prueba de PCR obtenida al menos 72 horas antes del embarque o realizar una prueba de antígeno a su llegada al país;
- Realizar una prueba de PCR en Argentina entre cinco y siete días después de llegar a territorio argentino.
VISITANTES INVOCADOS
Los visitantes que aún no han sido vacunados (incluidos los menores) pueden ingresar al país sin ningún problema, pero deben observar reglas ligeramente diferentes:
- Proporcionar una prueba de PCR negativa realizada al menos 72 horas antes de abordar su vuelo a Argentina;
- Al llegar al aeropuerto argentino, realizar una prueba de antígeno;
- Y además de una prueba de PCR, realice una cuarentena de siete días al final de este período de aislamiento.
Una vez que el país haya alcanzado el 50% de la población completamente vacunada, las pruebas de antígeno se detendrán al ingreso (con excepción de las no vacunadas) y no se realizará PCR en los días cinco y siete. De esta forma se minimiza el impacto del aumento de ingresos hospitalarios y defunciones.
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