Milei, un autodenominado “anarcocapitalista”, ha prometido recortar el gasto público en un 15 por ciento y abolir el banco central.

Argentina ha elegido al libertario Javier Milei como su próximo presidente, dando una oportunidad al programa de reformas económicas radicales del excéntrico economista después de décadas de estancamiento.

La victoria de Milei presagia una dramática reestructuración de la economía y las instituciones del país latinoamericano, impulsada por la indignación pública por la alta inflación y las tasas récord de pobreza bajo la coalición peronista de centro izquierda.

En un discurso dirigido a los argentinos el domingo por la noche, Milei dijo que su victoria marcó el comienzo de la “reconstrucción de Argentina”.

“Hoy comienza el fin del declive de Argentina”, afirmó. “Hoy termina el modelo empobrecedor del Estado omnipresente, del que sólo algunos se benefician mientras la mayoría sufre”.

En la capital, Buenos Aires, cientos de seguidores de Milei tocaron bocinas, lanzaron fuegos artificiales y corearon con música rock su estribillo popular contra la élite política: “¡Sáquenlos a todos!”

El ministro de Economía, Sergio Massa, había admitido anteriormente la derrota después de que los resultados preliminares de la segunda vuelta mostraran que Milei había recibido el 56 por ciento de los votos, mientras que él mismo había recibido el 44 por ciento de los votos, con casi el 90 por ciento de los votos contados.

“Los resultados obviamente no son los que esperábamos y hablé con Javier Milei para felicitarlo y desearle lo mejor porque es el presidente que tiene la mayoría de los argentinos electos para los próximos cuatro años”, dijo Massa.

Milei, un autodenominado “anarcocapitalista”, ha prometido una serie de reformas radicales, incluido un recorte del 15 por ciento en el gasto público, la abolición del banco central y la conversión del peso argentino al dólar estadounidense.

Este político inconformista de 53 años, cuyo estilo abrasivo ha dado lugar a comparaciones con el expresidente estadounidense Donald Trump, también adopta posiciones conservadoras en cuestiones sociales, rechaza el aborto y la educación sexual y critica la corrección política.

También cuestionó el número de muertos bajo la dictadura argentina, atacó al Papa Francisco y negó que los humanos sean responsables del cambio climático.

“Creo que su elección refleja una administración desastrosa que, debido a las profundas raíces del peronismo, fue sin embargo lo suficientemente fuerte como para llegar a la segunda vuelta, permitiendo que un outsider como Milei se convirtiera en el único abanderado del deseo de cambio totalmente legítimo”. dijo a Al Jazeera Filipe Campante, experto en política latinoamericana de la Universidad Johns Hopkins.

Las diatribas de Milei contra la clase política “ladrona” tocaron la fibra sensible de los argentinos, especialmente de los hombres jóvenes, en medio de una pobreza creciente y una inflación de tres dígitos en el país latinoamericano, que ha estado pasando de una crisis económica a otra durante décadas.

Grandes desafíos

“Creo que lo que más me conmovió fue la forma sencilla en que explicó los conceptos”, dijo a Al Jazeera antes de las elecciones David Urbani, un estudiante de economía de 20 años de la Universidad Nacional de Mar del Plata. “El hombre es un académico, no un político”.

Alan Quiroga, un conductor de Uber de Buenos Aires de 28 años, dijo que se sintió atraído por Milei por primera vez cuando lo vio en televisión hablando apasionadamente sobre la “Edad de Oro” de Argentina a principios del siglo XX.

“Quiere implementar lo que hacen en Estados Unidos, en España y en países normales”, dijo Quiroga a Al Jazeera antes de la votación. “Lo que estamos viviendo aquí se dirige hacia Venezuela y Cuba”.

Cuando Milei asuma el cargo el 10 de diciembre, enfrentará enormes desafíos: un Tesoro en números rojos, un programa de deuda de 44 mil millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional y una inflación de casi el 150 por ciento.

También enfrenta una legislatura dividida que podría obstaculizar su capacidad para implementar su visión radical.

Campante dijo que había un gran riesgo de inestabilidad debido al débil apoyo político de Milei y a la difícil situación económica.

“Parece apegarse a ideas económicas que son muy arriesgadas, por decir lo mínimo, como la dolarización”, dijo Campante.

“Si cede más, las cosas podrían ponerse muy mal. Si cambia de rumbo y adopta un enfoque más ortodoxo y conciliador, las cosas podrían mejorar, pero a menudo personajes como él no saben elegir un camino moderado”.