En la provincia de Buenos Aires, el colegio electoral más grande del país, la coalición de oposición más grande, Juntos por el Cambio, obtuvo el 40,1 por ciento de los votos. El Frente de Todos, la coalición del presidente, alcanzó el 38,4%.

Juntos por el Cambio también lideró otros distritos con importante peso electoral en Santa Fé, Córdoba y la ciudad de Buenos Aires.

La participación fue del 71%, el porcentaje más bajo desde el regreso de la democracia.

Los votantes eligieron 127 diputados, que representan la mitad de los escaños de la Cámara de Diputados, y 24 senadores en ocho provincias, lo que constituye un tercio de la Cámara.

La toma de posesión de los nuevos parlamentarios está prevista para diciembre.

Será la primera vez desde el regreso de la democracia en Argentina en 1983 que un presidente de la corriente política peronista necesita aliados en la legislatura para poder aprobar leyes, según el diario “Clarín”.

El triunfo de la coalición de centroderecha “Juntos por el Cambio” significará que Fernández luchará durante los dos últimos años del mandato del presidente. Argentina tiene que hacer frente a una crisis inflacionaria y también buscar un acuerdo de refinanciamiento de deuda con el Fondo Monetario Internacional para estabilizar la economía. También existe la posibilidad de intensificar las divisiones dentro de la coalición gobernante.

En Argentina, el vicepresidente también es presidente del Senado. Por tanto, el puesto lo ocupará Cristina Kirchner.

El resultado fue visto como un “castigo” para el gobierno de Fernández por el desempleo y otras dificultades que acompañaron a la economía de Argentina disminuyó en un 10 por ciento y la inflación se mantuvo alta durante el año pasado.

Más del 40% de los 45 millones de habitantes del país viven en la pobreza, el desempleo se acerca al 10% y la inflación alcanzó una tasa anual de casi el 42% en octubre.

María Eugenia Vidal, líder de la coalición opositora electa a la Cámara de Diputados de la Ciudad de Buenos Aires, se mostró conmovida por el resultado.

“Millones de argentinos en todo el país dijeron ‘basta’ … dijeron ‘basta’ y superaron la tristeza, la frustración, la rabia”, dijo Vidal.

En la capital del país, también había una segunda fuerza de oposición que lo había hecho bien en las urnas: el Frente A Liberdade Avança del economista Javier Milei tenía el 17 por ciento de los votos.

En un mensaje grabado, el presidente argentino admitió haber cometido errores, pero dijo que la economía crecerá alrededor de un 9% este año y predijo que la pérdida se recuperaría para 2020 a principios de 2022.

Fernández dijo que esto pondría fin a “un período muy difícil” provocado por la recesión que atribuye a su antecesor y la pandemia de coronavirus.

El gobierno se vio obstaculizado por percepciones de creciente inseguridad y una serie de escándalos (en el momento álgido de la pandemia, cuando Argentina impuso el encierro, Fernández y su familia asistieron a una fiesta de cumpleaños en la sede oficial).

el tambien tenia desacuerdo público con la vicepresidenta, ex presidenta Cristina Kirchner. Los analistas dijeron que los dos políticos están pasando por un momento difícil.

Un obstáculo difícil es la necesidad de llegar a un acuerdo con el FMI para refinanciar la deuda de aproximadamente $ 45 mil millones.

Cristina Fernández impulsó la candidatura presidencial de Fernández en su exitosa campaña para derrotar a Macri en las elecciones de 2019, pero difieren en política económica y negociaciones con el FMI.

El presidente defiende no posponer un acuerdo con el FMI para calmar los mercados financieros, lo que significaría recortes en el gasto público.