La FIFA anunció el viernes que se solicitaron 23,5 millones de entradas para la Copa del Mundo en la última ronda de ventas del torneo, que comienza en Qatar en menos de siete meses, con los partidos de la fase de grupos de Argentina entre los más codiciados.

Las solicitudes de Argentina, Brasil, Inglaterra, Francia, México, Qatar, Arabia Saudita y Estados Unidos dominaron, la organización mundial enfatizó la “enorme demanda”.

Los partidos más populares son la final del 18 de diciembre, junto con algunos partidos de la fase de grupos ya conocidos: Argentina-México, Argentina-Arabia Saudita, Inglaterra-Estados Unidos y Polonia-Argentina, dijo la FIFA en un comunicado.

Para los juegos donde la demanda excede la cantidad de boletos disponibles, las solicitudes entran en una lotería aleatoria. Todos los solicitantes seleccionados serán notificados a partir del 31 de mayo. Todos los boletos restantes salen a la venta general por orden de llegada.

Los precios de las entradas son, en promedio, alrededor de un 30 por ciento más altos que para la Copa del Mundo en Rusia en 2018. Las entradas más baratas son para los qataríes y el ejército de trabajadores migrantes del estado, que pagan solo $ 10 para ver un partido de la primera ronda del grupo.

Pero para la final, los boletos más caros cuestan más de $1,600, un aumento del 45 por ciento desde 2018.

En la primera ronda de ventas de enero a febrero se subastaron 804.186 entradas.

La demanda fue mayor en esta ventana de solicitud de 23 días, ya que siguió al sorteo de la Copa Mundial del 1 de abril, que anunció cuándo y dónde jugará cada equipo.

Alrededor de dos millones de entradas están disponibles para el público en general, con otros 1,2 millones destinados a patrocinadores y otros seguidores.

El primer partido entre Senegal y Holanda tendrá lugar el 21 de noviembre y la final el 18 de diciembre en el Lusail Stadium con capacidad para 80.000 espectadores.

Qatar predice que hasta 1,4 millones de personas visitarán el rico estado del Golfo para la primera Copa del Mundo en un país árabe. El gobierno de Doha ha gastado miles de millones de dólares en la construcción de siete nuevos estadios y la renovación de un octavo para el torneo.

La FIFA ha sido criticada por otorgar el torneo a un país cuyos derechos para los trabajadores migrantes, las mujeres y las personas LGBT han sido el centro de atención. Pero el presidente del organismo rector, Gianni Infantino, prometió que será la ‘mejor’ Copa del Mundo de la historia y el organismo mundial espera que las ventas de boletos respalden sus argumentos.

Los organizadores qataríes han destacado el progreso en materia de derechos desde que se otorgó la Copa del Mundo en 2010, diciendo que los críticos están tratando de socavar el derecho de la región árabe a organizar el evento.

Los grupos de simpatizantes, particularmente en Europa, han expresado su preocupación por los precios de los boletos, el alojamiento, la disponibilidad de cerveza y si es seguro para los homosexuales viajar a Qatar, donde el alcohol y la homosexualidad son ilegales.

Los organizadores solo han dicho que se impondrán medidas especiales sobre el consumo de alcohol en las zonas de fanáticos y otras áreas designadas y que las leyes sociales serán indulgentes. Insisten en que todos los fanáticos son “bienvenidos” a la Copa del Mundo.

– HORA/AFP