Los vuelos de aviones militares británicos a las Islas Malvinas, aterrizando en aeropuertos brasileños, han desatado tensiones en las últimas semanas. Buenos Aires dijo que se deben aplicar “criterios estrictos” a los vuelos a las islas, que, nuevamente, eran argentinas, no británicas.

El secretario de Malvinas de Argentina, Guillermo Carmona, dijo a Radio Nacional: “La preocupación de Argentina tiene que ver con los vuelos militares que pueden volar bajo el argumento de ser vuelos humanitarios…

“No cuestionamos la recepción de vuelos humanitarios, pero en rigor se debe hacer.

“Argentina declara la necesidad de un criterio estricto en cuanto a los vuelos autorizados con escala en países limítrofes que sean de carácter puramente humanitario”.

Carmona agregó que su gobierno estaba preocupado por el aumento de la frecuencia de los vuelos.

Dijo que estos reclamaban falsamente el estatus humanitario cuando en realidad eran “vuelos militares”.

El ministro dijo: “Estoy convencido de que ni Argentina ni Brasil quieren que avance el proceso de militarización en Malvinas”.

Brasil, que apoya los reclamos argentinos de soberanía sobre las islas, defendió los vuelos.

El Ministerio de Relaciones Exteriores del país restó importancia a las sugerencias de que los vuelos eran más militaristas que humanitarios.

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Liz Truss dijo el domingo que las islas son “parte de la familia británica”.

Beijing respondió rápidamente, enfatizando su posición “consistente” en las Malvinas.

La Embajada de China en Gran Bretaña dijo en un comunicado: “Apoyamos firmemente el reclamo legítimo de Argentina por la plena soberanía sobre las Islas Malvinas.

“China siempre ha abogado por que las disputas territoriales entre países se resuelvan mediante negociaciones pacíficas de acuerdo con los propósitos y principios de la Carta de la ONU.

“Esperamos que el Reino Unido responda positivamente a la solicitud de Argentina, inicie el diálogo y las negociaciones lo antes posible y encuentre una solución pacífica, justa y duradera de conformidad con las resoluciones pertinentes de la ONU”.

Sin mostrar interés en retractarse de su reclamo, Whitehall dijo a principios de este año que defendería a las Malvinas de “matones” y “enemigos”, tanto cercanos como lejanos.

Información adicional de María Ortega.