El expresidente Mauricio Macri (2015-19) regresó a Argentina este martes (19) pero anunció que aún estaba acusado de presuntamente espiar a familiares de los 44 tripulantes muertos en el hundimiento del submarino ARA San en 2017 no comparecerá Juan , durante su tenencia.
“No compareceré hasta que se resuelvan los reclamos de mi abogado para garantizar el debido proceso y la defensa en los tribunales”, escribió Macri en Twitter.
El expresidente investigaba su presunta responsabilidad por espiar a las familias de los 44 tripulantes que murieron en el hundimiento del submarino en noviembre de 2017. El San Juan fue encontrado en noviembre de 2018 a una profundidad de 900 metros después de una búsqueda de un año con la ayuda de las armadas de otros países.
Los miembros de la familia fueron seguidos e intervenidos, según las denuncias con pruebas presentadas ante el tribunal.
“No tengo nada que ver con este caso. Yo nunca espié, ni pedí que espiaran a las familias”, dijo Macri, quien fue llamado a declarar el miércoles.
El juez Martín Bava intentó interrogarlo el 7 de octubre, pero Macri no se presentó, alegando que estaba en Estados Unidos, desde donde luego viajó a Qatar. Se le concedió una extensión para actuar el 20 de octubre.
El expresidente cuestionó haber sido llamado “a hacer campaña” para las elecciones generales del 14 de noviembre y cuestionó otras medidas, como la prohibición de viajar.
Como escribió el juez Bava, “el entonces presidente tenía pleno conocimiento del proceso que el Servicio Federal de Inteligencia estaba llevando a cabo en relación con las familias de la tripulación” del submarino.
Macri alegó “la incompetencia del juez Bava, que fue resuelta por la Cámara Federal, y las irregularidades del juez, denunciado por posibles falsedades en otro juicio y al servicio de los intereses del actual gobierno peronista”.
Su abogado, Pablo Lanusse, ha sido autorizado a ver los documentos reservados en el expediente del juzgado de Dolores, 200 kilómetros al norte de Buenos Aires, dijeron fuentes judiciales.
En el caso, los entonces jefes de inteligencia Gustavo Arribas y Silvia Majdalani están acusados de realizar “inteligencia ilegal” con familiares que intentaban averiguar el paradero del submarino el año en que desapareció.
El gobierno de Macri ha sido acusado en varias ocasiones de espiar a opositores, líderes sindicales, periodistas e incluso políticos de su propia filiación política.
Macri fue procesado en otro caso en 2010 por pinchar ilegalmente a un familiar suyo y opositor durante su mandato como alcalde de Buenos Aires (2007-2015), del que fue despedido poco después de asumir el cargo en 2015.
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