La fama de Lionel Messi no tiene límites. O mejor dicho: 69 m. Este es precisamente el tamaño del fresco inaugurado a principios de esta semana en Rosario por la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) en homenaje al capitán de su selección y la magnitud de su carrera.
Este colosal cuadro Orbe dorado séptuple, realizado por los artistas Marlène Zuriaga y Lisandro Urteaga, titulado “De otra galaxia y de mi ciudad”, fue objeto de un comunicado de prensa de la AFA: “Este lunes se inauguró el mural de la ciudad de Santa Fe, Rosario, realizado en honor al capitán de la selección argentina Lionel Messi. La imagen del Crack Rosarino, emblema de la selección, mira de frente al monumento nacional de la bandera y su gesto fue captado como si estuviera cantando el himno».
La obra también pretende celebrar el éxito de la Albiceleste en la última Copa América, un trofeo que se le había escapado durante casi 28 años. Otro fresco, de 14 m de alto y 8 de ancho, le fue dedicado el pasado mes de julio en la pared de un edificio del barrio de Bajada donde creció la estrella. Messi también ha sido representado en estatuas, especialmente en Barcelona y Buenos Aires. El de la capital argentina también fue destruido hace casi cinco años.
“Analista. Gamer. Explorador amistoso. Amante de la televisión incurable. Aficionado a Twitter. Erudito de las redes sociales. Geek aficionado a la web. Orgulloso gurú de los zombis”.