El Ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares, anunció el martes (21 de mayo) que su país había decidido retirar a su embajador en Buenos Aires, Argentina.
“Definitivamente se quedará en Madrid”, dijo Albares en rueda de prensa.
“Argentina seguirá sin embajador”, añadió.
La decisión se produjo después de que el presidente argentino, Javier Milei, se negara a pedir disculpas al primer ministro español, Pedro Sánchez.
“No me disculparé”, dijo Milei en una entrevista con el canal de televisión Todo Noticias (TN) transmitida el lunes (20 de mayo).
“¿Cómo se supone que voy a disculparme si me han atacado?”, insistió.
Poco después del anuncio de Albares, Milei volvió a atacar a Sánchez, calificando la decisión como “un típico absurdo de un socialista arrogante”.
En entrevista con La Nación+, Milei agregó que no invitaría al embajador argentino en España, Roberto Bosch.
“Si Pedro Sánchez comete un error grave, yo no seré tan estúpido como para cometer el mismo error”, afirmó.
La medida del Gobierno de Sánchez no supone romper relaciones diplomáticas.
Un encargado de negocios seguirá al frente de la embajada, y cuando la crisis termine, España tendrá que nombrar un nuevo embajador, según Albares.
Pero las tensiones entre ambos países han aumentado después de que España convocara a consultas el lunes a su embajadora en Buenos Aires, María Jesús Alonso Jiménez.
“Ideas del socialismo”
Según José Manuel Albares, Ministro de Asuntos Exteriores de España, la situación con Argentina es un caso “único no sólo para este gobierno, sino también en la historia de las relaciones internacionales y diplomáticas”.
“No hay ningún precedente de que un jefe de Estado vaya a la capital de otro país a insultar a sus instituciones”, afirmó Albares.
La controversia estalló el domingo (19 de mayo) cuando Milei criticó duramente las “ideas del socialismo” en un congreso de políticos radicales de derecha organizado por el partido español Vox en Madrid.
“Las élites globales no se dan cuenta de lo destructivo que puede ser implementar las ideas del socialismo, porque para ellas es algo muy lejano, no saben qué tipo de sociedad y país puede producir, qué tipo de personas están en el poder y qué nivel de abuso puede generar”, dijo Milei.
Y luego improvisó: “O sea, aunque tenga una esposa corrupta, se ensucia y tarda cinco días en pensarlo”.
El 24 de abril, Sánchez publicó una carta abierta a los españoles en la que decía que tenía que “pararse a pensar” tras recibir una denuncia contra Begoña Gómez por supuestamente “recomendar o avalar a empresarios a través de una carta de recomendación con su firma que…”. participar en licitaciones públicas”.
La denuncia fue aceptada por un juzgado de Madrid.
Tras el discurso de Milei en Madrid el domingo, Sánchez respondió con un vídeo colgado en su cuenta X (Twitter).
“España y Argentina son dos países hermanos cuyos pueblos se aman y se respetan. El afecto entre gobiernos es libre, pero el respeto es irrenunciable”, afirmó Sánchez.
“Quien habló ayer no lo hizo en nombre del gran pueblo argentino. Sin embargo, la defensa de las instituciones españolas frente a insultos y difamaciones por parte de dirigentes extranjeros no depende de ello. Más allá de la ideología, está la educación y el patriotismo”.
Pedro Sánchez pidió “respeto” a Milei y advirtió que el Gobierno español tomaría medidas si no había retirada.
El conflicto entre los gobiernos de Milei y Sánchez ya tuvo un episodio anterior. El 3 de mayo, un ministro español sugirió que el presidente argentino se había drogado.
Respecto a la aparición en televisión del entonces candidato argentino durante su campaña electoral del año pasado, el ministro de Transporte, Óscar Puente, aseguró que no sabía en qué estado se encontraba Milei, si “antes o después de tomar, no sé qué sustancias”.
La reacción del presidente argentino no se hizo esperar, aunque no a través de los canales diplomáticos tradicionales, sino con un comunicado publicado en las redes sociales.
Milei condenó las “calumnias e insultos” formuladas por Puente y atacó las políticas del gobierno español.
Pero también se refirió al caso de Begoña Gómez.
“El gobierno de Pedro Sánchez tiene problemas más importantes que resolver, como las acusaciones de corrupción contra su esposa, que incluso lo llevaron a plantearse dimitir”, afirmó.
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