El presidente libertario recién juramentado advierte que “no hay alternativa a un ajuste de choque”.
El nuevo presidente de Argentina, Javier Milei, ha advertido al pueblo de su país que se prepare para dolorosas medidas de austeridad mientras intenta revertir décadas de estancamiento y declive económico.
Cuando Milei asumió el cargo el domingo después de su sorpresiva elección el mes pasado, utilizó su discurso inaugural para preparar a los argentinos para las dificultades a corto plazo que, según dijo, serían necesarias para resolver la mayor crisis en la historia del país.
Contrariamente a la tradición, el economista de 53 años pronunció su discurso ante sus seguidores de espaldas al Parlamento.
“No hay alternativa a un ajuste de choque”, afirmó Milei tras aceptar el bastón y la banda presidencial. “No hay dinero.”
Entre los invitados a la inauguración se encontraban el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky, el primer ministro nacionalista de Hungría, Viktor Orban, el ex presidente de derecha de Brasil, Jair Bolsonaro, el presidente conservador de Uruguay, Luis Lacalle Pou, y el presidente de izquierda de Chile, Gabriel Boric.
La tercera economía más grande de América Latina, que ha oscilado entre crisis durante décadas, está luchando con una inflación anual de más del 140 por ciento y una tasa de pobreza del 40 por ciento.
El país le debe al Fondo Monetario Internacional 45 mil millones de dólares.
Milei, conocido por sus opiniones libertarias de extrema derecha, ha prometido una serie de medidas radicales para reformar la economía, incluidos recortes del gasto equivalentes al 5 por ciento de la producción económica y el cambio del peso argentino al dólar estadounidense.
Milei, que se describe a sí mismo como un “anarcocapitalista”, reiteró el domingo que el Estado asumirá la carga de poner en orden las finanzas del país.
“Sabemos que la situación se deteriorará en el corto plazo, pero pronto veremos los frutos de nuestros esfuerzos, ya que hemos sentado las bases para un crecimiento sólido y sostenible”, afirmó.
En uno de sus primeros actos oficiales, Milei anunció en las redes sociales que había firmado un decreto que reduciría a la mitad el número de ministerios, de 18 a nueve.
Milei, cuyo estilo abrasivo ha generado comparaciones con el expresidente estadounidense Donald Trump, saltó a la fama por sus diatribas contra la clase política “ladrona” y sus evocaciones de la “Edad de Oro” argentina de principios del siglo XX.
Su mensaje antisistema resonó entre los argentinos, especialmente entre los hombres jóvenes, después de que el país se deteriorara bajo sucesivos gobiernos desde una de las economías más ricas hasta una advertencia de mala gestión económica.
En una segunda vuelta electoral el 19 de noviembre, Milei derrotó claramente al ex ministro de Economía Sergio Massa, de la coalición peronista de centro izquierda.
Sin embargo, para gobernar eficazmente, Milei debe negociar con sus rivales ya que su bloque de coalición no tiene mayoría en el parlamento.
Había señales de que el inconformista político podría estar suavizando sus posiciones más radicales en el cargo.
Su gabinete incluye conservadores centristas que favorecen a los libertarios ideológicos, y los rumores sobre cierres de bancos centrales y dolarización se han calmado en las últimas semanas.
“Analista. Gamer. Explorador amistoso. Amante de la televisión incurable. Aficionado a Twitter. Erudito de las redes sociales. Geek aficionado a la web. Orgulloso gurú de los zombis”.