Los pedidos para transmitir en vivo los juicios de Donald Trump son cada vez más fuertes a medida que Estados Unidos lucha con la idea de ver a un ex -y tal vez futuro- presidente en el banquillo.

Abogados y políticos están haciendo fila para exigir que se permita la entrada de cámaras a la sala del tribunal, especialmente ahora que la ex estrella de reality shows se enfrenta a un jurado acusado de intentar cambiar los resultados de las elecciones presidenciales de 2020.

“Dada la naturaleza histórica de los cargos presentados en estos casos, es difícil imaginar una circunstancia más efectiva para televisar las audiencias”, decía una carta firmada por el congresista de California Adam Schiff y decenas de sus colegas demócratas.

“Para que el público acepte plenamente el resultado, será crucial presenciar de la manera más directa posible el desarrollo de los juicios, la validez de las pruebas presentadas y la credibilidad del testimonio”, continúa el documento.

Trump ha sido acusado en tres casos penales separados: Miente sobre pagar dinero a una actriz porno, almacenar indebidamente documentos clasificados e intentar anular los resultados electorales.

Está pendiente una cuarta acusación, esta vez relacionada con una llamada telefónica con un funcionario electoral en Georgia en la que Trump lo presionó para “encontrar” los 11.780 votos que evitarían su derrota ante Joe Biden en ese estado sureño.

Según una encuesta del New York Times y Sienna College, la gran mayoría de los votantes republicanos (74%) y un tercio de todos los votantes creen que no hizo nada malo, a pesar de la amplia cobertura periodística de las acusaciones contra Trump.

Trump insiste en que es inocente y víctima de una “caza de brujas” por parte de una clase política empeñada en silenciarlo mientras se postula nuevamente para la Casa Blanca.

“Disipar este mito y exponer la profundidad de sus crímenes es una razón clave para mostrar el juicio a una gran audiencia”, dijo Alan Dershowitz, experto en derecho constitucional.

“Si el juicio de Trump no se transmite por televisión, el público estará al tanto de los acontecimientos gracias a la información extremadamente sesgada de los medios de hoy”, escribió en el periódico The Hill.

Para Dershowitz, “no habrá lugar para conocer la realidad objetiva de lo ocurrido en el juicio”.

El precedente de OJ Simpson

Aunque algunos juicios se han retransmitido en la televisión estadounidense (el juicio por asesinato de OJ Simpson que sacudió al país entre 1994 y 1995 fue un éxito de audiencia), los juicios federales no pueden ser fotografiados ni transmitidos por razones de seguridad. 1946.

Neal Katyal, profesor de derecho en la Universidad de Georgetown, argumentó en el Washington Post que es hora de actualizar una norma “obsoleta”.

“Vivimos en una era digital donde la gente piensa visualmente y está acostumbrada a ver las cosas con sus propios ojos”, escribió.

La decisión de permitir o no la presencia de cámaras en las salas de los tribunales recae en última instancia en la Conferencia Judicial, el organismo que elabora las políticas del sistema federal y está presidido por el presidente de la Corte Suprema, John Roberts.

Otra posibilidad es que el Congreso cambie la ley.

El problema de poner todo en televisión, según Christina Bellantoni, experta en medios y periodismo político de la Universidad del Sur de California, es la impresionante capacidad de Trump para dominar el discurso y distorsionar la narrativa.

“Mi predicción… sería que su aceptación pública aumentaría independientemente de las pruebas presentadas”, dijo a la AFP.

Existe el riesgo de que un juicio por un supuesto intento de derrocar la democracia se convierta en poco más que un entretenimiento en el que nadie cambie de opinión.

“La gente lo verá con odio; lo unirán o lo apoyarán. Y nadie va a decir: ‘Vaya, creo que voy a ver esto y entender cómo funciona la justicia'”, concluye.