BUENOS AIRES, 22 nov (Reuters) – Los argentinos se despertaron temprano en la capital, Buenos Aires, para animar a su equipo de la Copa del Mundo con pasteles y café por la mañana, pero en Arabia Saudita quedó un regusto amargo después de la sorpresiva derrota del equipo.
La inesperada Arabia Saudita logró una de las mayores sorpresas en la historia de la Copa del Mundo con una victoria por 2-1 sobre la Argentina de Lionel Messi, frustrando las esperanzas del equipo sudamericano de ganar el torneo por tercera vez y la primera desde Diego Maradona en el año. 1986.
“Es un golpe completamente inesperado para el que ni el aficionado más pesimista estaba preparado”, afirmó Nicolás Rearte, un estudiante de 21 años. “Ahora tenemos que recuperarnos rápidamente”.
El inicio del partido a las 7:00 am hora local (1000 GMT) significó que los fanáticos hicieran fila en las panaderías temprano en la mañana para comprar sus pasteles Medialuna, mientras que las escuelas y lugares de trabajo emitieron permisos especiales para los estudiantes y el personal que llegaban tarde al partido.
Los aficionados se agolparon en los asientos para ver el partido en pantallas gigantes. Aplaudieron cuando Messi anotó el primer gol (un penal), pero gruñeron y poco a poco guardaron silencio cuando Arabia Saudita anotó dos rápidos goles en la segunda mitad.
“La verdad es que no lo podéis creer, fue un partido extraño, inusual, pero así es el fútbol. Jugamos bien y mal, hay que ver el próximo partido”, dijo Fabián Rodríguez.
La derrota ante Arabia Saudí, número 51 del ranking FIFA, descarriló la fiesta matutina de los aficionados que esperaban que su equipo, uno de los favoritos antes del torneo e invicto en 36 partidos, ya no fuera vencedor.
“Eran uno de los rivales más fáciles que tuvimos, así que lo que pasó fue increíble”, dijo Nicolás Tisinovich, un actor de 24 años que vio el partido en una plaza de la ciudad.
Argentina se enfrenta a México el sábado y luego a Polonia en los otros partidos del Grupo C mientras el equipo intenta recuperarse de un comienzo perdedor como el Mundial de 1990 en Italia. Luego Argentina perdió ante Camerún en su primer partido antes de avanzar a la final.
En las calles de Buenos Aires, la mayoría de los fanáticos simplemente intentaban comprender qué había sucedido.
“La verdad es que fue una sorpresa para todos los que aquí vieron el partido”, dijo Mauel Carabajal, de 41 años. “Sí, puedo describirlo con esta sola palabra: sorpresa”.
Reportaje de Miguel Lo Bianco y Ramiro Scandalo; Escrito por Maximiliano Heath; Editado por Adam Jourdan y Angus MacSwan
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