CIUDAD DE MÉXICO, 16 sep (Reuters) – Para Jaime Maussan, periodista mexicano y entusiasta de los ovnis desde hace mucho tiempo, son uno de los descubrimientos más importantes de la historia de la humanidad.

Pero para muchos científicos, estos dos diminutos cuerpos momificados con cabezas alargadas y tres dedos en cada mano, cuyas imágenes circularon por todo el mundo esta semana cuando fueron presentadas al Congreso mexicano, son un truco ya desmentido, posiblemente criminal.

En la oficina de Maussan en el distrito comercial de Santa Fe en Ciudad de México, los empleados llevan con cuidado las dos cajas cerradas con tapa de vidrio que contienen los cuerpos a un estudio de pantalla verde al que Reuters tuvo acceso exclusivo el viernes.

Todos se apiñan para tener una mejor vista. Los cuerpos parecen antiguos y tienen características comunes a los humanos: dos ojos, una boca, dos brazos, dos piernas. Maussan afirma que fueron encontrados en Perú alrededor de 2017, cerca de las Líneas de Nazca precolombinas.

Dice que puede demostrar que no se parecen a nada conocido en la Tierra. En las redes sociales y en la audiencia, compartió análisis científicos y resultados de estudios que, según dijo, prueban que los cuerpos tienen aproximadamente 1.000 años y no están relacionados con ninguna especie terrestre conocida.

A uno de ellos, descrito por Maussan como hembra, se le descubrieron huevos en su interior, dijo.

“Es lo más importante que le ha sucedido a la humanidad”, dijo Maussan, de 70 años, sobre sus esfuerzos para crear conciencia sobre los hallazgos mientras estaba sentado en su oficina, ricamente decorada con coloridas obras de arte y parafernalia con temas extraterrestres.

“Creo que este fenómeno es el único que nos da la oportunidad de unirnos”, añadió.

Elsa Tomasto-Cagigao, una respetada bioantropóloga peruana, está frustrada porque tales afirmaciones todavía se hacen públicas y señala supuestos hallazgos similares que eran falsos.

“Lo que dijimos antes se mantiene, están presentando la misma repetición de siempre y si hay gente que sigue creyendo eso, ¿qué podemos hacer?”, dijo por teléfono. “Es tan crudo y tan simple que no hay nada más que agregar”.

Hallazgos anteriores de este tipo fueron descartados por la comunidad científica como momias mutiladas de niños prehispánicos, a veces combinadas con partes de animales.

David Spergel, ex jefe del departamento de astrofísica de la Universidad de Princeton y presidente de un informe de la NASA sobre fenómenos anómalos no identificados, dijo el jueves que tales muestras deberían ponerse a disposición de la comunidad científica mundial para su análisis.

ROMPECABEZAS DE PRUEBA

Maussan compartió en las redes sociales y en su presentación los resultados de las pruebas de ADN y de datación por carbono que, según dijo, encargó a “las entidades”.

Un científico mexicano revisó los resultados para Reuters y concluyó que sugerían vida normal en la Tierra.

Maussan dijo a Reuters el viernes que los resultados de las pruebas, sin embargo, no estaban directamente relacionados con los dos cuerpos que mostró al Congreso esta semana. De hecho, dijo, se llevaron a cabo en una instalación completamente diferente, conocida como Victoria, que aún permanece en Perú.

“Fueron encontrados en el mismo lugar. Tienen la misma apariencia física, son iguales”, dijo Maussan sobre Victoria y los dos cuerpos que presentó en México. A estos dos cuerpos no se les realizaron pruebas para evitar daños, dijo.

Maussan no es ajeno a la controversia. Ha hecho afirmaciones sobre otros restos en el pasado que han sido ampliamente criticadas. Participó en un documental televisivo de 2017 sobre otros restos encontrados cerca de las Líneas de Nazca que parecían ser momias manipuladas, según expertos como Tomasto-Cagigao y el paleontólogo Rodolfo Salas-Gismondi.

Ahora ha enojado a los funcionarios peruanos.

La ministra de Cultura peruana, Leslie Urteaga, cuestionó cómo los especímenes, que según ella eran objetos prehispánicos, salieron de Perú y dice que se ha presentado una denuncia penal.

“No estoy preocupado. No hice absolutamente nada ilegal”, dijo Maussan.

Cómo llegaron los cuerpos a México es una pregunta que no puede responder. Fueron prestados por Maussan para la audiencia y están en posesión de un mexicano que estuvo en la oficina de Maussan el viernes y se negó a ser identificado.

Cuando se le preguntó cómo llegaron a sus manos los cuerpos, a los que nombró Clara y Mauricio, el hombre se limitó a responder que los revelaría todos “en su debido momento”.

José de Jesús Zalce Benítez, director del Instituto de Investigaciones en Ciencias de la Salud de la Secretaría de Marina, asistió a la audiencia en el Congreso y apoyó las afirmaciones de Maussan. Cuando llegó a su oficina, explicó con calma su interpretación de la ciencia.

“Con base en las pruebas de ADN, que han sido comparadas con más de un millón de especies… no tienen relación con lo que ha sido conocido o descrito previamente por la ciencia o el conocimiento humano”, dijo.

Julieta Fierro, científica del Instituto de Astronomía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) que revisó los resultados de las pruebas de Maussan para Reuters, ve mucho menos misterio en los datos.

Dijo que la presencia de carbono-14 en los estudios de la UNAM demostró que las muestras estaban relacionadas con tejido cerebral y de piel de diferentes momias que murieron en diferentes momentos.

La porción del isótopo radiactivo de carbono-14 que los organismos vivos absorben en sus tejidos se desintegra con el tiempo, lo que permite a los científicos determinar el año aproximado de muerte de la muestra.

En otros planetas, la cantidad de carbono-14 en la atmósfera no es necesariamente la misma que en la Tierra, afirmó.

En general, los resultados no muestran “nada misterioso que pueda indicar conexiones de vida que no existen en la Tierra”, dijo Fierro.

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