(Agrega nuevos indicadores económicos)
BUENOS AIRES, 26 mar (Reuters) – El peso de Argentina se debilitó el martes un 1,34 por ciento a un mínimo histórico de 42,65 por dólar, ya que las preocupaciones por la alta inflación y la incertidumbre política antes de las elecciones presidenciales de octubre impulsaron la confianza afectada en la economía.
Los mercados vitorearon a fines de 2015 cuando el alcalde de centroderecha de Buenos Aires, Mauricio Macri, fue elegido líder de Argentina después de ocho años de populismo a favor del gasto bajo la presidencia saliente Cristina Fernández, prometiendo que sus políticas ortodoxas atraerían oleadas de inversión extranjera directa.
Sin embargo, la tercera economía más grande de América Latina se ha deteriorado durante el último año, con tasas de política por encima del 66 por ciento y una inflación de más del 50 por ciento anual.
Fernández, quien todavía es popular entre millones de votantes de bajos ingresos en todo el país, podría desafiar a Macri en octubre. Su popularidad se vio atenuada por la contracción de la economía argentina y el aumento de las facturas de los servicios públicos después de que Macri recortara los subsidios a la electricidad, el agua y el gas para calefacción.
“Los mercados están muy nerviosos por las elecciones presidenciales de octubre. Cada vez que haya una encuesta con números negativos para Macri, habrá una reacción negativa para el peso”, dijo a Reuters Carlos de Sousa, economista senior de Oxford Economics.
Sin embargo, agregó que a pesar del mínimo histórico del martes, tiene una visión alcista sobre el peso durante los próximos seis meses.
“Creemos que la postura ultralaxa del banco central proporcionará suficiente apoyo para evitar otra crisis cambiaria, incluso si la perspectiva política sigue siendo extremadamente incierta”, dijo De Sousa.
El año pasado, el debilitamiento del peso obligó a Macri a negociar un acuerdo de financiación standby de 56.300 millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional. El acuerdo requiere que su gobierno elimine su déficit presupuestario primario. Sus recortes políticamente dolorosos a los subsidios de servicios públicos son parte de ese esfuerzo fiscal.
Argentina reportó el martes un déficit en cuenta corriente de $2.317 millones en el cuarto trimestre de 2018, frente a un déficit de $9.367 millones para el mismo período en 2017.
La debilidad del peso el martes también estuvo influenciada por problemas en otros mercados del mundo en desarrollo.
“El peso sigue sufriendo los problemas generales de los mercados emergentes. En particular, la volatilidad de la lira turca en los últimos días ha recordado a los inversores las vulnerabilidades de Argentina”, dijo Ilya Gofshteyn, analista de Standard Chartered Bank.
“Argentina se beneficia de un paquete del FMI y un plan de ajuste creíble, por lo que esta reciente debilidad de la moneda puede resultar temporal”, dijo Gofshteyn. (Reporte de Jorge Otaola; Reporte adicional de Cassandra Garrison; Texto de Hugh Bronstein; Edición de Richard Chang y Sandra Maler)
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