La multitud de alrededor de 5 millones de personas que vieron el desfile de la selección argentina por las calles de Buenos Aires el martes (20) indicó desde el comienzo del día que no terminaría bien. Sin poder ver de cerca al campeón mundial en la región del Obelisco en la Praça da República cerca de la Avenida 9 de Julho, los fanáticos irrumpieron en el monumento. Los policías intervinieron para sacar a los argentinos del lugar y hubo confusión. Al menos 14 personas fueron detenidas, 21 miembros de las fuerzas de seguridad resultaron heridos y otros 64 aficionados fueron trasladados al hospital.
Según el diario argentino La Nación, el área alrededor del obelisco ya estaba tranquila al final de la noche del martes. Los servicios de limpieza se llevaron a cabo en el lugar. Aún no se han esclarecido los daños causados por la fiesta, pero las imágenes muestran la destrucción de paradas de autobús y algunas instalaciones comerciales.
Las fuerzas de seguridad también reportaron robos, hurtos y saqueos en la zona centro de Buenos Aires. Hay informes de personas que se pierden entre la multitud y tienen que ser recibidas por el Centro de Monitoreo Urbano de la capital argentina. La policía respondió a alrededor de 795 llamadas de asistencia médica y buscaba información sobre personas desaparecidas.
Entre las 14 personas arrestadas por la policía, cuatro estaban dentro del obelisco. Uno incluso colgaba en la parte superior del monumento. Las fuerzas de seguridad tuvieron que actuar para sacar a los intrusos del recinto. En este punto comenzó la confusión. Se arrojaron piedras y botellas a la policía, que devolvió el golpe con gases lacrimógenos y balas de goma.
La selección argentina tenía previsto trasladarse desde el centro de entrenamiento de la Asociación Argentina de Fútbol (AFA) en la zona de Ezeiza, cerca del aeropuerto, en un desfile de autos abiertos a la región central de Buenos Aires para recibir a los aficionados con el trofeo. Campeonato mundial.
Se esperaba que la delegación llegara a la Praça da República a las 12:30 horas. Sin embargo, la multitud era tan numerosa que el autobús que transportaba a Lionel Messi y sus acompañantes tuvo que cambiar de ruta. Los jugadores fueron evacuados en helicóptero y llevados de regreso al centro de entrenamiento. Messi y Di María, por ejemplo, se mudaron rápidamente a su ciudad natal de Rosario.
El presidente de la AFA, Claudio Tapia, se disculpó con los aficionados que acudieron al recinto para saludar al campeón mundial. “No nos dejaron llegar a saludar a toda la gente que estaba en el obelisco. Los mismos cuerpos de seguridad que nos escoltaban no nos dejaron ir más lejos. Mil disculpas en nombre de todos los jugadores campeones del mundo. dijo en su cuenta en la publicada en las redes sociales.
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