Emiliano Martínez: guardián del sueño mundialista de Argentina

El hombre que le dio a Argentina su tercer título de la Copa del Mundo en los penaltis es conocido por ser el héroe en tales situaciones. Emiliano Martínez ya lo había hecho antes en el torneo ante los holandeses y tuvo como recompensa el cariño y el agradecimiento de Messi.

Esa noche contra Holanda, mientras el resto del equipo argentino se apresuraba a unirse a Lautaro Martínez después de su victoria en la tanda de penales en los cuartos de final, Messi corrió hacia su derecha. En un extremo del Lusail Stadium, Martínez, que había volado de izquierda a derecha para frustrar a Virgil van Dijk y Steven Berghuis en el desempate, yacía en el suelo.

Cuando Messi se fue y recogió a Martínez, el cuidador ya estaba llorando. Un contraste total a cómo estaba tras esas dos atajadas en el inicio de la tanda de penaltis. El portero engreído y seguro de sí mismo, que no rehuye estar en el oído del oponente, rompió a llorar mientras abrazaba a Messi.

Así como este es el sueño de Messi, también lo es el de Martínez. O toda Argentina, por cierto. Para Martínez, correr a la final sería surrealista. En la última edición en Rusia, cuando Francia venció a Argentina en octavos de final, lo vio desde la grada con su hermano y prometió que ganaría la Copa del Mundo en 2022.

Recién en junio de 2021, Martínez debutó con Argentina gracias a su excelente desempeño con Arsenal y Aston Villa durante las últimas dos temporadas. Después de ganar la Copa América el año pasado, aquí está. A pesar de toda la exuberancia que aporta al equipo, Martínez tiene un lado emocional y siempre está tratando de demostrarle algo a alguien.

Antes de volver a sus raíces, he aquí un resumen rápido. El 1 de agosto de 2020, cuando el Arsenal ganó su 14.ª Copa FA frente a gradas vacías en el estadio de Wembley, la cámara enfocó a Martínez, uno de los jugadores más destacados del club en una temporada inolvidable. Nadie le había dado tanta energía al equipo esta temporada como su portero. Desde que se unió al club en 2010 cuando tenía 17 años, estuvo en seis viajes de préstamo y nunca fue el número 2. Y cuando por fin llegó en 2020 el momento de empezar en el once inicial, él no estaba, se limitó a agarrarlo con las dos manos pero también probó un punto o dos.

Cuando el Arsenal venció al Chelsea en la final, Martínez estaba hablando por teléfono con su familia en un extremo de Wembley de espaldas a las vallas publicitarias LED y disfrutó de uno de los mejores momentos de su carrera hasta la fecha. Era un momento con el que había soñado, pero faltaba algo.

principios humildes

“Hace 10 años que llegué al club y todo te pasa por la cabeza cuando suena el pitido final. Ojalá los aficionados y mi familia estuvieran aquí para la final, por supuesto con 90.000 u 80.000 personas en Wembley, donde no juegas todos los días. Ojalá toda mi familia estuviera allí. Como dije, venimos de una familia pobre y sería algo para ellos si pudieran ganarme un trofeo y una medalla allí frente a 90,000 personas”, dijo a arsenal.com

Después de enviar un mensaje al inicio de la temporada 2021/22, Martínez se mudó a Villa donde no competiría por su lugar con nadie más. Tras años de lucha y de no conseguir nada fácil, era el número 1 indiscutible.

Martínez está muy apegado a sus padres. Cuando recibió la oferta del Arsenal, su madre quería que se quedara en su casa de Mar del Plata y jugara al fútbol en Argentina. Incluso mientras Martínez se secaba las lágrimas, los recuerdos de su padre se quedaron despiertos toda la noche llorando y no pudieron pagar las cuentas, y su madre pasó hambre todo el día para que sus hijos pudieran comer.

Un día después abordó el avión a Heathrow. E incluso cuando no era titular en el Arsenal, cuidaba de los jóvenes jugadores sudamericanos y los ayudaba a adaptarse a una vida completamente diferente en el norte de Londres. Cuando el prodigio brasileño Gabriel Martinelli se unió al Arsenal cuando tenía 17 años y luchaba por adaptarse a la vida porque no hablaba el idioma local, fue Martínez quien hizo que el adolescente se sintiera cómodo.

Martínez ha volado bajo el radar de los principales clubes. Pero pregúntale a cualquier oponente, es lo más duro que puedes conseguir, especialmente entre los postes de la portería.

Hay una razón por la que es tan bueno en los tiroteos. Durante el encierro impuesto por la pandemia, repetidamente le pidió a su esposa Madinha que cargara la máquina de pelotas para que pudiera resistir tantos tiros como fuera posible. Y la Copa América 2021 lo convirtió en un héroe en casa. Hizo tres atajadas en la tanda de semifinales contra Colombia, lo que llevó a Messi a llamarlo un fenómeno. El técnico Lionel Scaloni se maravilla de la seguridad que ha aportado a la línea de fondo, como si el equipo sintiera que hay dos jugadores detrás de los defensas. Pocos estarían en desacuerdo.

Federico Avila

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